Análisis: Las clásicas, desCLASIficadas – Ciclismo Internacional

Análisis: Las clásicas, desCLASIficadas

Por David Hunter

Antes que nada, queremos aclarar que el propósito del artículo es desglosar todos los detalles que hacen a una clásica. Para eso, analizaremos las más importantes del calendario, con la ayuda experta de algunos corredores.

clásicas
Bettini Photo

Omloop Het Nieuwsblad

La temporada empieza con la Omloop. La mayor parte del pelotón viene de medirse en las soleadas rutas de Australia, Argentina, Omán, Qatar, Andalucia y Algarve, por lo que el choque es mayor cuando pisan Bélgica por primera vez en el año. No es muy extensa, con alrededor de 200 kilómetros, pero sí es muy exigente.

El trazado presenta una mezcla de cotas, adoquines y subidas adoquinadas, que sirven de filtro antes del tramo final plano que conduce a meta. Durante el recorrido, se pasan famosas colinas como el Kruisberg, Taaienberg, Eikenberg, Wolvenberg, Leberg y Molenberg, y tramos de pavé como Haaghoek, Paddestraat y Lippenhovestraat.

Un dato no menor es que, al ser tan temprano en la campaña, la forma de los corredores es incierta y los equipos acuden con múltiples planes, casi siempre enfocados en reservarse para los 60 kilómetros conclusivos. Es una prueba de eliminación progresiva que se inicia en el Taaienberg, cota que da paso a diversas subidas y sectores de pavé donde sólo un grupo reducido tiene suceso.

El Haaghoek (1:03:12) es una sección muy importante de la competencia. ¡Si no que le pregunten a Sep Vanmarcke!

Un resultado sorpresa suele darse en la Omloop, cita por demás esquiva para el todo poderoso Etixx, estructura que no celebra allí desde 2005. Con decir que es la única clásica que no ha podido obtener Tom Boonen…

Como dijimos, tendremos ayuda “profesional” en este artículo, y el primero es Edward Theuns, futuro miembro del Trek Factory Racing, que acabó 21° en 2014 y 14° en 2015. “No es difícil prepararme para la Omloop, donde la mayoría acude a ver en qué estado se encuentra. La temperatura no es problema para mí, siempre que no llueva y esté bien vestido. Yo la corrí dos veces y, en ambas ocasiones, arribamos unos 30 pedalistas al Molenberg. Desde allí, hay que estar siempre adelante porque los tramos de Paddestraat y Lippenhovestraat hacen daño y deciden la carrera. ¿La mejor estrategia? Reservar energías desde temprano y ponerse al frente en el Molenberg.”

El clima puede crear caos y, al disputarse a fines de febrero, la diferencia de temperatura puede ser letal. Pero no para Theuns, ¡que es belga!.

“No soy un hombre al que le guste mucho el frío, pero es lo que hay y nuestro trabajo manejarlo”, comenta escuetamente Marcel Sieberg, del Lotto Soudal. Seguramente lo conocen de los sprints, pero también se maneja bien en las clásicas.

Terminemos la evaluación de la Omloop:

Tipo de carrera – Eliminación.

Clima – Frío

Punto crítico – El tramo de 9 kilómetros en el que se encuentran Molenberg, Paddestratt y Lippenhovestraat.

Quién gana – Un hombre fuerte y duro.

2015 – Vanmarcke se lanzó con todo en el Haaghoek pero, cuando estaba por abrir un margen interesante, pinchó, permitiendo a Ian Stannard recuperarse, porque estaba por ser cortado. Etixx tomó ventaja con Boonen, Terpstra y Vandenbergh contra Stannard, pero se acordaron tarde de atacar y el de Sky se alzó con la victoria más inesperada.

Mejor de lo esperado – Stig Broeckx.

Kuurne-Brussels-Kuurne

Se lleva a cabo el día posterior a la Omloop, hecho que implica 400 kilómetros en dos días para gran parte del pelotón, con las ventajas y desventajas que eso conlleva. “Obviamente que, con la Omloop encima, las piernas no están igual de frescas. Pero además, los equipos más pequeños alternan sus efectivos, están más descansados y convierten en un infierno las primeras dos horas del domingo. Otros años, tuve malas piernas el sábado y gratas sensaciones el domingo, porque la Omloop es muy dura y la Kuurne es más sencilla, con un previsible final en grupo”, relata Marcel Sieberg.

El recorrido tiene cotas y pavé, pero nada comparado con la Omloop. El punto más duro es el Oude Kwaremont, pero está lejos de meta, a unos 70 kilómetros del cierre. “El Kwaremont está muy lejos de meta así que, por más que el pelotón se rompa, difícilmente llegue la fuga. Si hay viento habrá mucha selección, pero el sprint es lo más probable”, pondera Greg Henderson.

Recordemos que, el Oude Kwaremont es una de las cotas más exigentes del ciclismo, por más que sus 2.5 km al 4% parezcan accesibles. Tiene viejos adoquines y es letal, por lo que suele ser decisivo en varias citas. No es el caso de la Kuurne, que concede la oportunidad de reagruparse, y a los velocistas de mostrar sus armas. Este año,  Cavendish, Kristoff y Viviani aguantaron hasta el cierre, pero eso fue por los 70 kilómetros llanos posteriores al Kwaremont. Para ser más exactos, vamos a brindar algunos números aportados por Edward Theuns, que subió la cota en 3:53 durante la KBK o en 3:35 en la Dwars Door Vlaanderen. Se necesita abrir un margen de entre 15 y 20 segundos y el Kwaremont es un punto ideal para ello, al menos, en las demás clásicas en las que se lo asciende.

“Amo los últimos 3 kilómetros, completamente rectos, salvo por la curva a la izquierda en la que pega el viento cruzado. Allí, los equipos fuertes toman el control. En nuestro caso, Sieberg y yo, podemos hacer que Debusschere o Greipel tengan grandes opciones. Dicho esto, aún no lo hemos conseguido (risas)”, sostiene Henderson

La recta y la citada curva final es buena para los conjuntos con velocistas, porque la ruta es angosta y un tren potente puede dominar. Pero veamos cómo lo ven desde los equipos pequeños. “Es cierto, es un sprint duro y se necesita un buen tren que mantenga una velocidad elevada. Si es así, se vuelve imposible progresar posiciones”, recuerda Theuns, todavía miembro del Topsport. Observen cómo Lotto toma el control a falta de 2 kilómetros (9:05), aunque luego se quedan sin nada.

Tipo de carrera – Amigable para los Sprinters.

Clima – Frío y ventoso.

Punto crítico – Los 3km finales.

Quién gana – Un sprinter con buen tren, aunque los oportunistas nunca están lejos.

2015 – Un corte importante se marchó en el Kwaremont, con todos los sprinters top en él. Nunca abrieron un hueco grande y el lote los neutralizó de la mano de MTN, Sky, Wanty, IAM, Cofidis y Topsport. En el embalaje, Lotto lo hizo muy bien pero Debusschere no es Greipel, así que fue remontado por Kristoff que, a su vez, salió desde muy lejos y abrió la ventana al triunfo de Cavendish.

Mejor de lo esperado – Sam Bennett.

Strade Bianche
Es una prueba joven, que se está transformando en un ícono del inicio de año. Contiene varios tramos de sterrato o tierra blanca, auténticas pesadillas que generan enormes nubes de polvo, incrementadas por la presencia de las motos.
El tramo denominado Sante Marie es donde se inicia la selección, con 11.5km ondulados y muy exigentes ubicados a unos 50 km de meta. Sobra decir que, para trepar, las cosas se ponen muy difíciles porque deben quedarse sentados, pero las bajadas tampoco son un paseo, porque la rueda puede deslizarse. Sin dudas, una competencia para gente muy habilidosa técnicamente.
Optamos por solicitar ayuda a un italiano, el hombre de Bardiani, Manuel Bongiorno. “El tramo más duro de Strade Bianche es Sante Marie: muy exigente por la ruta y la trepada (18%). Pero bajar es lo más complicado y hay que estar siempre concentrado, pensando por dónde trazar el camino, al límite. Muchos adoran esta cita por los paisajes pero, deportivamente, es semejante a las clásicas del norte”.
Una vez que se generó la selección, lo normal es que un grupo reducido se dispute el final. La competencia concluye con una subida de 1 km al 7%, hecho que implica tener que reservar mucha energía.
Aquí se impone gente muy habilidosa en lo técnico con un golpe de riñón explosivo en trepadas cortas, así que no sorprende que Cancellara haya ganado dos veces.

La última ascensión (1:24:45) es un gran modo de finalizar la prueba y no importa quien lanza sino quien es el más fuerte. Este año, Stybar sacó a relucir las cualidades cultivadas en el ciclo cross.
Tipo de carrera – Un brutal test de escalada y habilidad técnica.
Clima – Suele ser agradable, pero cuando llueve, es un desastre.
Punto crítico – Sector 7: Sante Marie.
Quien gana – “Puncheurs”.
2015 – La selección se hizo en Sante Marie, hasta que luego quedaron 3: Valverde, Van Avermaet y Stybar. El de BMC se exprimió y cortó a Valverde, pero Stybar estaba intratable y venció con facilidad.
Mejor de lo esperado – Sep Vanmarcke.
Milano-SanRemo
El primer Monumento del año, y el más largo de todos merced a sus más de 300 km, si se incluye la zona neutralizada. También, puede ser la más aburrida de todas, porque nada sucede hasta que faltan 25 km, en la Cipressa. Ya en el Poggio, todo explota por los aires, pero los sprinters modernos parecen tener lo que se necesita para aguantar allí. Sagan, Degenkolb y Matthews no encuentran escollo en el Poggio, convirtiendo la prueba en una extensa jornada con final en sprint. El Poggio consta de 3.7km al 3.7%, obviamente accesible, pero la dificultad la añaden los 290 km que los corredores acusan en las piernas.
A mucha gente le gusta esta carrera, la única en la que los sprinters pueden acceder a un Monumento. Por eso, aunque nos gustaría más dureza, es correcto que los hombres rápidos tengan su día en lo que a clásicas refiere.
Hay un factor que puede modificar las cosas: el clima. Todos recuerdan jornadas con nieve, lluvia, hielo y a Gerald Ciolek dando la campanada, en 2013.
Un sprinter que nunca tuvo suceso allí es Andre Greipel y su gregario de confianza, Marcel Sieberg, nos deja algunos apuntes. “Depende del clima, porque si llueve, todo se vuelve una locura. Cuando el clima es normal no pasa nada, y se corre agrupados a buen ritmo. Hay etapas de las grandes que toman más tiempo”.

“Normalmente, mi labor es cortar el viento para Andre y, desde el inicio, ayudar a controlar la fuga, que no sea muy grande o que los equipos incorrectos estén en ella. El resto del día estoy a las órdenes de Andre, ayudándolo en todo para reservar energía. Luego llegan las colinas del cierre, que parecen montañas tras tantos kilómetros trabajando. Allí es donde lo ayudo a ubicarse bien, antes de la Cipressa, y me descuelgo”, añade.

“No pienso que sea una carrera sencilla, es más, el clima puede hacerla brutal. Las cotas no son exigentes pero con tanta fatiga, duelen mucho. Me agrada que gente como Sagan o Greipel tengan opciones. Andre sufre mucho, pero progresa, y creo que lo logrará algún día”.

Lo interesante es escuchar a otro corredor del mismo equipo con diferentes obligaciones y cualidades, Adam Hansen“Para mí no es dura, pero te consume las reservas de a poco. Las piernas nunca duelen y no hay tramos especialmente exigentes. El recorrido es tan fácil que, al hacer el reconocimiento, piensas que puedes ganar. Luego añade los 300 km anteriores al Poggio y no es tan fácil como pensabas. Si se le agregaran subidas, el final sería más predecible, y si fuera más accesible, lo mismo. Hay que dejarla como está, que hemos tenido cinco ganadores diferentes en las últimas cinco ediciones.”

Con esto en vista, queda claro que los profesionales ven con buenos ojos el trazado. En 2015, el corredor que más impresionó fue Luca Paolini (2:01:34), que encabezó el lote en el Poggio y luego tuvo resto para lanzar a su líder.

Tipo de carrera – Muy larga y para sprinters.

Clima – Puede ser horrible.

Punto crítico – El Poggio.

Quien gana – Sprinters.

2015 – Día normal con final al sprint. Degenkolb se repuso a su mala ubicación y aprovechó el lanzamiento temprano de Kristoff.

Mejor de lo esperado – Niccolo Bonifazio.

Dwars door Vlaanderen

El pelotón regresa a Bélgica para un período de 10 días que incluye Dwars Door Vlaanderen (DDV), E3, Gent-Wevelgem y Tour de Flandes. La DDV es importante, pero es la hermana menor de las otras, y eso implica menos estrellas.

Algunas figuras toman la partida aquí para agarrar tono de cara a las pruebas más sobresalientes, pero para otros, es un auténtico desafío, plagado de colinas y adoquines: Leberg, Eikenberg, Taaienberg, Kwaremont y Paterberg. Es la preparación ideal para el Tour de Flandes.

Como suele suceder, Etixx es la escuadra que impone condiciones, aunque luego no se lleve la victoria. Con una escuadra plagada de corredores ofensivos y potentes, ellos deciden el tipo de carrera que habrá, y el resto aguanta.

Para los líderes, tener una escuadra fuerte es garantía de estar adelante en las subidas o en los tramos previos a las mismas, cruciales para no perder rueda.

La DDV empieza realmente en el Eikenberg, ubicada a unos 60 km de la meta. Desde allí, habrá muchas subidas adoquinadas y la usual cuota de viento y lluvia que la convierten en una cita impredecible. Es una competencia tácticamente emocionante y en 2015 no fue la excepción, con la movida ganadora realizada a 50 km de la llegada y algún miembro del Etixx involucrado.

Podemos repasar ese accionar, justo antes del Taaienberg (40:40).

Eddie Theuns, 2° aquí en 2015, volvió a ayudarnos, repasando algunas de sus tareas ese día. “Hice una maniobra de bloqueo obvia en el Taaienberg. Fue buena para Jelle, pero también para mí, porque lo más sencillo es estar adelante.”

Theuns tenía piernas para ganar, y quedó a la vista en la facilidad para seguir a Kwiatkowski. “Sentí las mejores sensaciones de todo el año, nunca sufrí.”

Debido a la caída de Lars Boom, las cámaras se perdieron lo que sucedió entre los punteros en el Paterberg. “Trate de marcharme allí, pero Kwiatkowski me secó, así que me quedé a su rueda. Sentía que tenía para más y, cerca de la cima, él resbaló un poco, por lo que aceleré y lo superé allí.”

Tipo de carrera – Adoquines & colinas.

Clima – Frío y, a veces, húmedo.

Punto crítico – Oude Kwaremont/Paterberg.

Quien gana – Un “Puncheur” que supere los adoquines.

2015 – Wallays se marchó temprano pero fue alcanzado por Kwiatkowski, Van Baarle y Theuns. El movimiento crucial llegó luego del Taaienberg, en rutas llanas. Los cuatro hombres sostuvieron su aventura a pesar de los intentos de Tiesj Benoot por alcanzarlos y, cerca del cierre, Wallays atacó, mientras Kwiatkowski y Van Baarle se vigilaban. Theuns fue 2° y cerró un día maravilloso para el Topsport.

Mejor de lo esperado – Jelle Wallays.

E3 Harelbeke

Un evento denominado como una autopista puede sonar aburrido, pero las apariencias engañan y, aunque hay menos cotas, es durísimo. El orden de las subidas cambia y el pelotón afronta el Paterberg antes del Oude Kwaremont, ubicado a menos de 40 km de meta. Eso incrementa su importancia respecto de otras carreras, porque además, unos 30/40 hombres llegan con vida a ese momento, gracias al Paterberg.

Nuestro ayudante aquí fue Tiesj Benoot, escueto pero conciso. “Es difícil decir si esa disposición hace más dura la carrera, pero los nombres presentes lo hacen más complejo.”

El Kwaremont (52:00) tiene una primera mitad muy dura, donde unos pocos pueden marcharse del pelotón. Luego se torna más fácil, permitiendo a gente como Sagan, recuperar terreno. Superado ese tramo, los equipos empiezan a vigilarse para conocer quiénes son los que cuentan con más gregarios.

Casi sin excepción, esto se transforma en un Etixx vs Sky vs BMC vs Lotto vs Cancellara vs Vanmarcke vs Sagan. Las tácticas son fascinantes y, además, se necesita de un equipo que se decida a cazar en serio, porque la fuga puede lograrlo.

No fue casualidad que, la fuga de este año, incluyera un hombre del Etixx y que haya tenido suceso. Es como una regla de oro en las clásicas.

E3 es ideal para los especialistas en pavé, especialmente si logran marcharse en el Kwaremont. Por supuesto, mucho dependerá del grupo perseguidor, sus integrantes y cantidad de unidades.

Tipo de carrera – Adoquines y colinas.

Clima – Todavía es frío, pero puede aparecer el sol.

Punto crítico – Oude Kwaremont.

Quien gana – Un especialista en pavé con un gran motor.

2015 – Thomas y Stybar se escaparon en el Oude Kwaremont y luego se les sumó Sagan. Detrás, BMC tenía números pero Van Avermaet se fue al suelo. Eso dejó al sorprendente Benoot (Lotto) a cargo de la cacería, que no tuvo éxito.

Mejor de lo esperado – Tiesj Benoot.

Gent-Wevelgem

La clásica más amigable para los sprinters. Tras una semana ajetreada, con DDV y E3 en las piernas, el grupo se aproxima a las grandes citas. Lo primero que hay que notar son las distancias, todas alrededor de los 250 km. Esto implica apenas 25 km más que la E3, pero la diferencia es importante por la composición de los recorridos, aptos para gente con gran motor, mucha potencia y técnica.

La carrera ofrece un descanso una vez superada la trinidad Taaienberg/Kwaremont/Paterberg, porque desde allí es bastante directo, aunque todavía quedará el demandante Kemmelberg. Los adoquines son complicados de superar, pero al haber grupos numerosos, se siente un poco menos el impacto.

“De hecho, el Kemmelberg no es tan duro”, dice Theuns, llevándonos la contra. “Es corta y no muy empinada. En cambio, el Kwaremont es más largo y el Paterberg más empinado. En mi caso, me sienta mejor el Kemmelberg, porque soy explosivo en trepadas cortas.”

Una vez superado el Kemmelberg, restarán menos de 40 km a meta que, en un día normal, serán perfectos para que el pelotón neutralice la escapada y prepare el sprint. Sólo el mal clima puede modificar eso.

“Nunca había corrido antes en esta competencia, pero creo que es perfecta para un embalaje masivo. No de 180 hombres, pero sí de 80-100”, añade el futuro miembro de Trek.

La edición de 2015 fue histórica, con las peores condiciones climáticas posibles, que posibilitaron la imagen (ver debajo) más significativa de este tipo de competencias en una década. “Fue increíble, no podías sostener tu línea. Una locura, que me llevó al pasto 3 o 4 veces”, recuerda Marcel Sieberg. Muchos ciclistas opinan que debió haber sido neutralizado ese tramo.

clasicas ph

“El viento era imposible, nunca ví algo como eso. Hubo momentos en los que iba en línea recta y el viento me empujaba de costado. Además, un tramo con viento frontal en el que rodábamos a 22km/h”, aporta Theuns.

El mal clima es el único obstáculo para los sprinters, frustrados cuando las cosas salen de este modo. Por su parte, los belgas rezan por lluvia.

Lo más normal es que haya un sprint masivo con Greipel, Cavendish, Degenkolb, Sagan y compañía pujando por la victoria. Si hay mal clima, Etixx tiene las de ganar.

Les recomendamos que miren todo el video.

Tipo de carrera – Clásica para sprinters.

Clima – Puede ser horrendo.

Punto crítico – último paso por el Kemmelberg.

Quien gana – Normalmente, un sprinter capaz de superar los adoquines.

2015 – La mejor competencia del año. Un huracán azotó al pelotón y lo destrozó. Jurgen Roelandts se marcó una cabalgada en solitario de 75 km, neutralizada a 18 km de meta. El corte bueno incluyó a  dos miembros del Etixx mientras que, pese a ser cortado en un par de ocasiones, Luca Paolini, sorprendió a Terpstra y Thomas.

Mejor de lo esperado – Daniel Oss.

Tour de Flandes

El segundo Monumento del año y el verdadero objetivo de los corredores tras haber calentado motores en Omloop, DDV, E3 y Gent-Wevelgem. Son unos 270 km, verdadero filtro adicional en un día ideal para gente con un gran motor y mucha experiencia.

Lo bueno empieza a falta de 50 km (2:47:00) y las últimas cotas son harto conocidas para todos: Taaienberg, Kruisberg, Kwaremont, Koppenberg y Paterberg. Es cierto, se pasaron en las clásicas previas pero, aquí, las barreras se mueven hacia adentro de la calzada, forzando a los corredores a pasar por los adoquines. Eso, más la distancia adicional, endurece el evento.

Contar con compañeros es un bonus, pero sólo lo más fuertes sobreviven. Los ganadores son eximios sobre el pavé y dueños de un motor enorme, sin olvidar que una buena punta de velocidad nunca viene mal. Todos quieren celebrar aquí y eso se traduce en nervios, caídas y ataques.

Tipo de carrera – Monumento. Una salvajada plagada de adoquines

Clima – Normalmente bueno.

Punto crítico – Hay muchos pero, el último paso por Kwaremont/Paterberg.

Quien gana – Expertos en pavé.

2015 – Los momentos finales tuvieron un animador sorpresa en Andre Greipel, trabajando para sus compañeros. En la cima del Kruisberg atacó Terpstra seguido por Kristoff, o eso es lo que pensábamos. “De hecho, yo ataqué allí y luego lo hicieron Terpstra y Kristoff”, corrige Benoot.

Las grandes carreras suelen decidirse en pequeños detalles, y así lo aprendió a la fuerza Tiesj Benoot, que perdió el corte bueno. Los más fuertes se mueven en las cotas del cierre, cuando la mayoría está en la zona roja.

Con 28 km por transitar y varias trepadas restantes, muchos pensaron que era temprano, pero Terpstra y Kristoff demostraron lo contrario. Terpstra no pudo deshacerse del noruego en el Kwaremont y el Paterberg, por lo que se resignó a ser 2°.

Mejor de lo esperado – Tiesj Benoot.

Tips de cara a 2016

  1. Si quieres ganar una clásica, debes seguir los movimientos de Etixx en los 30 km finales.
  2. Sep Vanmarcke necesita más suerte, pero si la encuentra, atentos con él.
  3. No pierdan de vista a Daniel Oss, que no deja de mejorar con los años.
  4. Tiesj Benoot va a ganar un Monumento algún día.
  5. ¿Podrá Vandenbergh ganar alguna vez?

David Hunter

¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en @CiclismoInter

Sumate en facebook: Ciclismo Internacional

Copyright © 2015 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved

3 pensamientos sobre “Análisis: Las clásicas, desCLASIficadas

  1. Que buen análisis, para los que somos nuevos en este tipo de carreras (En muchas partes, de ciclismo solo se conocen las 3 grandes), este es un gran aporte que genera mas expectativa y ansiedad para que llegue pronto la temporada 2016. Gracias.

  2. Como ves que Valverde vaya el proximo año a las clasicas? No crees que cortara la progresion de Amador en este tipo de eventos?
    Saludos

  3. Es la más joven pero a mis ojos, la Strade Bianche es el Sexto Monumento. Su recorrido atravesando las colinas de la Toscana, los caminos de tierra, su final en la Piazza del Campo en Siena… son de lo mejor.

Los comentarios están cerrados.

close
Facebook IconTwitter IconMi BlogMi Blog