Análisis: Los pro y los contra del regreso a casa del pelotón colombiano – Ciclismo Internacional

Análisis: Los pro y los contra del regreso a casa del pelotón colombiano

Por @pmpalermo

En los últimos días publicamos un informe detallado respecto al destino de la mayoría de los pedalistas colombianos que no encontraron acomodo en Europa. Dicha situación, generó controversia, con dos posturas muy claras al respecto.colombia

Por un lado, aquellos felices de saber que en 2016 tendrán a sus héroes al alcance de la mano, por el otro, quienes creen que es un retroceso en la proyección del ciclismo de su país y una suerte de fracaso deportivo que podría anteceder a una catástrofe mayor.

En ese marco, desde ciclismointernacional.com analizamos el “fenómeno” y llegamos a algunas conclusiones que compartimos con ustedes, contraponiendo el aspecto positivo y el negativo en el mismo párrafo, para no perder de vista el contexto de cada apartado.

*Prestigio: Sí, es cierto que tiene más valor competir en el exterior, donde están las carreras importantes y la publicidad que se hace a la nación es de otro calibre. Nadie discute que ganar la Tirreno Adriático vale más que la Vuelta a Colombia, incluso, los podios de etapa de Duarte y Pantano en el Giro 2014 fueron el mejor “spot publicitario” del Team. Sin embargo, así como eso potencia a cualquiera, pasar inadvertido allí juega en contra, y así quedó expuesto en 2015. Fallar en una grande tiene la misma repercusión, pero en contra, que ganar. Si los pedalistas (o la estructura) no están en nivel, entonces mejor regresar a casa y reorganizarse. Son muchas la razones por las que el Team Colombia naufragó, pero en las estadísticas quedará un frío número (cero) de victorias, que sumirá en el olvido la falta de pago y demás horrores administrativos. En ese caso, mejor salir del centro de atención, aprender de los errores y volver bien pertrechados.

Además, el auge actual del ciclismo cafetero, ha convertido el circuito local en un atractivo foco de actividad para los extranjeros (entre los que nos contamos) siempre atentos a los que sucede en Vuelta a Colombia, Clásico RCN y demás citas de importancia.

*Salario: No todo lo que brilla es oro y, por ejemplo, determinados conjuntos colombianos, han llegado a ofrecer a algunos de los repatriados, más dinero que ciertos continentales extranjeros e, incluso, que un Pro Continental con el que tenemos estrecho contacto. No hay que ser un genio para darse cuenta que es mejor volver a casa y no quedar en el paro, porque muchos tienen familias que sustentar. De hecho, en lo estrictamente económico, es preferible correr en Colombia con el sueldo seguro que estar en Europa mendigando a Coldeportes o Corti lo que debiera ser obvio. No decimos que esté bien pero, sólo algunos, los más chicos, podrían haberse dado el lujo de permanecer en el viejo continente sin salario (el Team no pagaba y el resto del pelotón ofrece muy poco) y con gloria; el resto, priorizó su fuente de ingreso.

*Nuevos continentales: Si alguien piensa que la aplicación de GW Shimano y Boyacá Raza de Campeones como nuevos continentales se debe sólo al suceso de Quintana, Chaves o Urán, está equivocado. Todo influye y se retroalimenta. Si así no fuera, ¿qué interés podrían tener algunos de estos equipos en ascender de nivel? Y ya que eso sucede, qué mejor que hacerlo con buenos pedalistas a los que pueden ofrecer un calendario más internacional gracias a su flamante ‘status’ UCI. También puede ser interpretado como que los repatriados devuelven algo de lo que les fue dado en el pasado, ayudando a formar más y mejores proyectos y atletas que puedan dar el salto el día de mañana en condiciones idóneas.

*Proyección: por supuesto que, difícilmente haya otro periplo europeo para Walter Pedraza o gente entrada en años, pero para los más chicos, no es una deshonra o un problema retroceder. Si en su momento les echaron un ojo por lo realizado en casa, ahora será más sencillo volver al exterior, porque ya dejaron huella allí. Vale la pena mencionar casos como el de Sebastián Molano, que rindió maravillosamente, o el de Brayan Ramírez, flamante ganador de unos Juegos Nacionales que pocos conocían hace unos años fuera de Colombia.

*Dopaje: El principal aspecto negativo que encontramos, en general, es el “ambiente”, porque si bien hay proyectos de probada limpieza como el de Postobón o Movistar, sobran los ejemplos y denuncias respecto a muchos otros que siguen compitiendo a la antigua: con trampas. Eso repercute directamente en el aspecto deportivo, ya que será muy complejo para los que vuelven, ponerse a ritmo con los locales, cuando debería ser al revés.

*Organización: aquí se presenta el gran reto para los dirigentes del ciclismo de Colombia. Cada vez más ojos se posan sobre su pelotón, por lo que saltan a la luz las falencias de las gestiones. Con talentos surgiendo de abajo de las piedras, es insólito que deban competir en un ambiente “viciado” por el dopaje y sin carreras UCI que les permitan adquirir roce internacional. En este caso, no hay un punto positivo para los más chicos que tuvieron que dar un paso atrás, salvo que los continentales hagan un buen programa internacional y los mantengan apartados del problema.

*Días de competencia: A excepción del bloque titular, que tuvo entre 60 y 80 jornadas de actividad oficial, el resto de la plantilla del Team tendrá acceso a la misma o más cantidad de carreras, y con mayor protagonismo, tras haber gozado de un programa con 58 citas -promedio- por cabeza. Lo mismo puede aplicarse a Edward Beltrán, relegado en Tinkoff, o del infortunado Isaac Bolívar en UnitedHealthCare. Con esto queremos decir que, no por vivir fuera se está mejor y que, en muchos casos, es preferible ser cabeza de ratón y no cola de león. El aspecto negativo es el roce, ya que no es lo mismo medirse con equipos nacionales o continentales que contra equipos Pro Continentales o World Tour, en cuanto al nivel, ritmo de carrera y demás aspectos que hacen al ciclismo.

*Modo de competición: Este punto está ligado a ciertos aspectos antes mencionados. Aquí queremos marcar la curiosa y agresiva forma de correr que se practica en Colombia, totalmente opuesta a la del ciclismo internacional. Que los que regresan se iniciaron allí, no es secreto, pero no es lo mismo habituarse para Ramírez, que sólo pasó un año en el Team, que para Serpa o Rubiano, hace un década girando por el mundo. No es un apartado que podría ser considero malo, pero ciertamente que no es bueno, y no esperamos a los que vuelven levantando los brazos muy seguido.

Conclusiones:

Desde el momento que, por los motivos que fuere, un grupo de pedalistas debe regresar a casa y abandonar las categorías superiores del ciclismo, está claro que no se trata de buenas noticias. Pero, mirando el vaso medio lleno, salvo contados casos, esto será un paso atrás para dar dos hacia adelante.

Sin ir más lejos, desde ciclismointernacional.com pudimos saber del interés de un equipo con licencia aprobada, interesado en ofrecer una fusión a Coldeportes para poder sostener a dicho organismo en el pelotón internacional, como primer patrocinador y con seis corredores a elección para fichar. Igualmente, si apenas pagaron uno de los cuatro meses adeudados al Team, difícilmente saquen adelante la propuesta.

En otro ángulo de las cosas, hay que reconocer que el daño colateral arrastró a gente con gran trayectoria a la que ya le será imposible retornar pero, en simultáneo, esos estandartes del deporte cafetero, podrán encabezar el nacimiento de una nueva camada, a la que le transmitirán sus vivencias.

El ciclismo de Colombia no nació con las actuales estrellas, sino que al contrario, arroja talentos al mundo desde hace décadas, período en el que, como suele suceder, hubo picos y bajones. Y eso es lo que hoy toca superar a los escarabajos, que gozaron de dos años fantásticos de apogeo tras la explosión de Rigo y Nairo en 2012, como se desprende de la enorme cifra de fichajes sucedida en 2013 y 2014.

Por eso, lejos de tomar la situación como el final de un ciclo, hay que interpretarlo como una interrupción, acorde a la etapa de cambios que atraviesa también el ciclismo desde la llegada de Brian Cookson y sus reformas a la UCI.

El ciclismo de Colombia está más vivo que nunca y eso quedará a la vista en los rankings y principales citas del calendario, aún cuando hoy sus exponentes deben adecuarse a una realidad menos glamorosa que la vivida los últimos años.

Pablo Martín Palermo

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5 pensamientos sobre “Análisis: Los pro y los contra del regreso a casa del pelotón colombiano

  1. Considerar que hay algún tipo de retroceso con la llegada de varios pedalistas nuevamente al pelotón nacional, no es posible, ya que excepto por la parte publicitaria el equipo no merecía por resultados y organización estar en Europa, se necesitan empresas privadas con proyectos mejor estructurados que realmente le den el impulso y apoyo al talento ciclístico colombiano; aunque hay un mayor prestigio en correr en Europa, la mayoría de las carreras que disputaban por el calendario obtenido no eran las adecuadas para las características de gran parte de sus corredores y siempre parecieron faltos de forma y motivación, en lugar de subir en su nivel daba la impresión que si llevaban a quintana a correr al team Colombia llegaría con los sprinter en las etapas de montaña. El caso de Serpa es diferente ya llevaba mucho tiempo en Europa y el año anterior fue bueno en su trabajo de gregario y aunque sorprende su regreso tal vez ya era el momento de volver a casa.

    La parte competitiva en Colombia es buena y así puedan haber muchos elementos usando sustancias dopantes, para los jóvenes talentosos que no lo hagan será un gran reto y requerirá de un gran esfuerzo ser competitivos y podría permitirles subir su nivel, es el caso de Hernán Aguirre del equipo manzana postobon que si de acuerdo a las políticas de ética que maneja el equipo está corriendo limpio, después de su gran desempeño en la vuelta a Colombia y el clásico rcn podría ser el próximo gran súper-talento. Un corredor como Brayan Ramírez le podrá servir para seguir mejorando su adaptación a la montaña y tal vez los más perjudicados sean Sebastián Molano que para su desarrollo requiere de otro tipo de competencias y Rubiano con Quintero quienes si merecían quedarse en Europa por su combatividad y adaptación, los demás no demostraron nada, así que no habrá mucho cambio.

    Lo negativo las distancias son mucho menores para los fondistas y hay muy pocas contrarreloj para desarrollarse y mejorar en ese apartado; lo positivo la aparición de más equipos en categoría continental que con una buena gestión para obtener invitación a carreras internacionales que podría llevar a ciclismo colombiano a mejorar el deporte en América.

  2. Martín, gracias por hacer este análisis, ya que no vivís en Colombia, por que cuando alguien de acá dice lo mismo, inmediatamente lo tratan de traidor, apátrida y similares.

  3. Excelente análisis, muy de acuerdo…. un tabú son las distancias, pero la ASO y RCS ya se dieron cuenta que las etapas muy largas no son atractivas y ya hemos visto en las grandes vueltas jornadas de menos de 150 km.
    Lo esperanzador es que un patrón con dinero como es postobon tienen planes de largo plazo, o sea que pronto veremos un verdadero equipo proconti.

  4. Los corredores la mayoría de ellos siempre intentan dar lo mejor de si. lo que falta realmente es ya de los dirigentes del Gobierno (somo siempre). Que realmente no saben lo que hacen para que Colombia tenga el estandarte competitivo que existe. Es para que en Colombia existan varias carreras WordTour hay con que.

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