Corredores a seguir en 2020 – Cees Bol, el próximo gran sprinter del pelotón – Ciclismo Internacional

Corredores a seguir en 2020 – Cees Bol, el próximo gran sprinter del pelotón

Por David Hunter

Casi no tenemos dudas: Cees Bol será el próximo mejor sprinter en el mundo. 2019 fue su primera temporada como profesional -en Sunweb- habiendo llegado desde el SEG Racing Academy. Y desde el comienzo sorprendió con su meteórica progresión, convirtiéndose en uno de los velocistas más sólidos y apreciados en el equipo.

Aún así, él tenía otros planes para su debut en la categoría. Planes que le quedaron chicos. “Pensaba en ajustarme al World Tour y transformarme en un especialista en clásicas y/o sprinter. Por eso, no tenía resultados en la cabeza, sino que estaba enfocado en el desarrollo, en cómo entrenar, comer o descansar. La clave es hacer las pequeñas cosas bien para adquirir consistencia”, indicó, como si de un veterano se tratara.

Una de las cosas que destaca al Team Sunweb es que su planificación es a largo plazo y con mucha antelación. Por eso, Cees sabía que lideraría, aunque eso no sea sencillo para algunos. Al menos, para él no fue un problema. “Sabía en enero que yo iría de líder a la Nokere Koerse. Fue mi primera vez, pero estaba calmo y afilado. Tenía que estar adelante, seguir ruedas de mis compañeros y esperar. Y lo hice. El sprint fue largo y Ackermann se sentó a falta de 50 metros. Fue una alegría enorme, ganar mi primera competencia”,  narró.

Temporada debut y un triunfo temprano. Un buen inicio de trayectoria profesional. Por si alguno no lo recuerda, Sunweb dominó ese día, pero a 1500 metros de meta se les colaron Selig y Ackermann. El resto es conocido, aunque los comentaristas pensaron que había ganado Max Walscheid. “Fue un impulso moral enorme”, ratificó.

La siguiente parada fueron las clásicas, primera vez que Cees compitió sobre 250 kilómetros o más.  “Son increíbles. Una cosa es verlas en TV o disputarlas como Sub23. De hecho, yo pensaba que sabía cómo sería, pero nada que ver. Fue mucho más exigente. 260 kilómetros no son poca cosa y el ritmo nunca disminuye. De elegir, me inclino por la Roubaix sobre Flandes”, aseveró.

“Cuando vas a tope, sufriendo, no puedes pensar mucho. Finalmente, cuando me cortaron, fue un alivio, aunque ir en el grupetto tiene sus complicaciones en lo mental. Disfruté la Roubaix, pero la pasé muy mal en Flandes y hasta me perdí. Acabé en el tráfico abierto, muy desilusionado, enojado. Fue una jornada intensa”, confesó.

Tras un descanso, Bol viajó al Tour de Sagan, ¡perdón, de California! Sunweb llevó a Max Walscheid como sprinter, pero en la ondulada jornada conclusiva, el joven neo tuvo su oportunidad de medirse con el eslovaco. Se defendió sin ayuda, partió desde la quinta rueda con Sagan a rueda y lo mantuvo a raya, llevándose una conquista magnífica.

“Es difícil decir cuál de las dos victorias conseguidas es mejor. Me dio mucha confianza superar las cotas y rematar el trabajo. Me gustan las carreras duras, además, un día tradicional para sprinters suele ser muy aburrido. Eso sí, para poder lidiar con trazados ondulados, debo estar a tope de forma”, contó a esta redacción.

Con la moral por las nubes, Cees viajó a Noruega, donde levantó los brazos en la etapa inicial y concluyó 5to en la general del Tour de dicho país. “Que el equipo te respalde es genial. También estaba Hirschi como líder, y eso me hizo la vida más fácil. Me limité a aguantar cada día para luego meterme en los sprints. Las decisiones, de todo tipo, las tomaba Roy (Curvers)”, refirió.

Fue entonces que llegó un momento clave en su trayectoria deportiva. Recibió el llamado de sus directores, que le informaron que iría al Tour de France. “No lo esperaba. Es la competencia más importante de todas, en la que todos queremos estar. Me enteré unas dos semanas antes de la cita y me puso muy orgulloso y nervioso a la vez. Todo en el Tour está magnificado. Me ayudó competir a un nivel mayor, y también poder aportar al equipo”, rememoró.

Aún con toda la planificación previa, hay sucesos que pueden cambiar todo. Y en este caso, la baja de Tom Dumoulin fue un golpe para la formación, que debió modificar sus retos en julio, poniéndose a las órdenes de Michael Matthews. En ese contexto, a Cees le tocó ser lanzador, y vaya si lo hizo bien. Así como el día que le tocó portar galones, en la llegada a Toulouse. “Estaba nervioso, claro. Pero ellos dejaron claro que yo no tenía presión alguna y eso me hizo bien. Quise intentarlo”, dijo.

Un 8vo puesto en un sprint de tu primera grande no está nada mal. Una pena, porque prometía mucho y debió irse a casa por una caída en la etapa 16. “Estaba desilusionado. También muy cansado, aunque creo que hubiera llegado a París. En ese momento tuvimos una discusión interna para ver qué hacíamos, pero creo que fue lógico, porque yo estaba en forma desde California. Así que acepté que me enviaran a casa. Pero me dolió no llegar al final y ahora tengo el anhelo de regresar para completar eso”, reveló.

Luego del Tour de France, algunos ciclistas siguen de largo y aprovechan el fondo, otros se van directo a la playa. ¿Cuál fue la experiencia de Bol? “Me empecé a sentir bien de inmediato, pero la forma vlvió recién en el Tour de Alemania. En el de Gran Bretaña tuve jornadas pésimas, además de que tomé malas decisiones y tuve mala fortuna. Así que, en resumen, no estaba para ir a la playa y quería correr, sólo que la cabeza estaba exhausta”, respondió el pujante velocista.

Consultado por sus citas predilectas, Cees no dudó. “Me encantan las clásicas otoñales de Bélgica, las 1.1, porque el clima puede ser malísimo y eso las endurece. Por otra parte, me hace bien ir a las kermesses, son mejores que entrenar en octubre”, opinó.

2020 se anticipa como un gran año para Bol. Sunweb se encuentra en medio de un recambio, con muchos jóvenes sumándose a la formación. Esto implica que él será una de las caras visibles en los sprints, con más oportunidades que las de el curso que dijo adiós. Lo sabe, y ya tiene sus objetivos. “Llegar más cerca del final en las clásicas o terminarlas, no quedar vacío en la marca de los 200 km, y estar competitivo para embalar y ganar en las carreras”. Inteligente y realista, más que anunciar tal o cual evento de renombre.

En la despedida, dejó sus tres mejores momentos de 2019:

  1. Nokere/California
  2. Gent Wevelgem – estar cerca de los mejores, sobrevivir el primer paso por el Kemmelberg, quedarme, y llegar destrozado a 28 minutos. 
  3. El Tour. 

Cees Bol, el siguiente corredor a seguir en 2020. El próximo gran sprinter.

David Hunter

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