Corredores obligados a mejorar en 2017 (II) – Ciclismo Internacional

Corredores obligados a mejorar en 2017 (II)

Por @pmpalermo

En la continuidad de los análisis post temporada, llega el turno de ampliar la lista de ciclistas que, por un motivo u otro, quedaron en deuda y están obligados a dar un paso al frente en 2017. Así, tras la primera entrega, les ofrecemos los siguientes 10 integrantes del artículo en el que ninguno quiere estar.

Photo: Tim De Waele
Photo: Tim De Waele

Como dijimos anteriormente, cada caso tiene un contexto y, como es usual en esta redacción, se le exige más a los virtuosos, aún cuando en un sentido lineal sus números digan otra cosa. Por eso, más de uno se sorprenderá con los apellidos ilustres aquí incluidos, mientras que otros son obvios y esperados por la mayoría.

*Fabio Aru: Sin perder de vista que este año logró algunos buenos resultados, el sardo cayó inevitablemente en este listado por no haber podido alcanzar el nivel de una vara que él mismo dejó elevada. Y no es para menos, ya que en 2014 y 2015 trepó al podio de tres de las cuatro grandes en las que participó, sumó cinco parciales en total y, sobre todo, se alzó con el título en la Vuelta a España.

Pero, como suele pasar, el Tour no es la carrera más amistosa para con los debutantes, y Aru padeció en su debut en Francia, clasificando en un amargo 13° puesto (peor general del conjunto kazajo en las grandes desde el 34° de Kashechkin en 2012) que se vio empañado con su pobre forma, puesto que nunca mostró esa fluidez de piernas que le permitió atacar incansablemente en el pasado.

En el recién concluido curso, el líder de Astana regaló algunas pinceladas de su capacidad, con ubicaciones en el Top 10 de citas preparatorias, una osada diana en Dauphiné, una excelente cronoescalada en la Grande Boucle, el 6° lugar en los JJOO y una seguidilla de actuaciones ofensivas en las clásicas italianas de otoño, donde mereció más.

De cara a 2017, con Nibali dejándole vía libre y con los antecedentes antes mencionados, el escalador de Cerdeña deberá volver al derrotero que llevaba, ofreciendo resultados acordes a su estatus de capo y del jugoso sueldo que percibe. No sea cosa reciba una carta de Vinokourov…

*Simon Spilak: El esloveno, un ciclista que ama el mal tiempo, venía de ser una de las luminarias de Katusha en rondas de una semana, pero esta campaña no aportó su cuota usual de puntos y/o podios, pasando prácticamente inadvertido en sus 47 días de actividad.

Si bien acabó en el top 10 de la mayoría de sus objetivos -Itzulia, Romandía y Tour de Suiza- estuvo lejos de sus prestaciones físicas de antaño, flaqueando en los puertos y, peor aún, en las cronos que tantas alegrías le dieron en su periplo profesional.

Adicionalmente, falló en la París Niza tras cuatro temporadas clasificando entre los primeros ocho. Vale la pena marcar que nunca había bajado del 13° escalón, pero esta campaña fue la peor para él allí, con un anónimo 31° puesto que el brillante Zakarin se encargó de tapar para los rusos.

*Carlos Barbero: Una de las figuras de Caja Rural penó por la actual temporada, en gran medida, mermado por las caídas. Es que, días después de iniciada la campaña, se lesionó el radio en la Étoile de Bességes, cita en la que se accidentó esa misma zona en 2015.

Casualidades del destino al margen, el burgalés volvió al hospital a fines de abril, esta vez con una clavícula rota en Turquía, justo cuando volvía a carburar, con varios podios y top 10 en La Rioja, Klasika Amorebieta y Castilla y León.

El percance limitó su estado físico otra vez y, para el momento en que “levantó vuelo” nuevamente, ya era tarde y no fue seleccionado en el “nueve” de la Vuelta a España. Así, Barbero redondeó su gris año sin victorias en 60 jornadas competitivas.

No obstante ello, y mientras coqueteaba con las posiciones de avanzada en el Tour de Gran Bretaña, Coppa Bernocchi y Coppa Sabatini, su agente hacía valer el palmarés de su cliente y lograba un sensancional fichaje por Movistar, escuadra que lo aguarda expectante pero con las presiones del caso al acecho.

*Matteo Pelucchi: Un año horrible para el sprinter de IAM Cycling, pedalista poco ganador que igualmente daba presencia a su escuadra en las volatas y, ocasionalmente, sorprendía a los grandes especialistas de la velocidad.

Pero nada de eso pasó en 2016, ya que diferentes enfermedades lo voltearon, forzándolo al abandono en 8 de los 11 eventos en los que tomó la salida, incluido el Giro de Italia en el que arribó fuera de control por 46 segundos en la etapa 6.

Afortundamente para él, encontró acomodo en el Bora Hansgrohe para 2017 pero, con un vínculo de un año y apenas un par de podios en competencias 2.1 de Francia e Italia para enseñar en su palmarés estacional, tendrá que salir a tope desde enero.

Camino de los 28 años, Pelucchi debe reencontrar las piernas que lo llevaron a dar la campanada en la Tirreno Adriático 2014 o a firmar un doblete en el Tour de Polonia de 2015, si es que pretende permanecer en la máxima categoría.

*Juanjo Lobato: El de Trebujena nunca se caracterizó por ser un ganador nato, pero su talento lo obliga a más y esta temporada quedó en deuda. No por la cantidad, ya que sus cuatro victorias (etapa y general en Vuelta a Madrid y parciales en Dubai y la Sarthe) superaron las tres del curso previo, pero sí por entidad.

Es que no puede obviarse el nivel de los logros obtenidos con el del botín de 2015, cuando sumó en el Down Under, la Vuelta a Andalucía y rozó la gloria en una fracción del Giro, Clásica de Almería, Getxo o Tour de Gran Bretaña.

No sólo eso, sino que en el 2016, echó en falta esa regularidad que lo llevó a dar visibilidad a Movistar de enero a septiembre. A tal punto fue así, que los telefónicos lo dejaron marchar al LottoNL Jumbo e incorporaron a Carlos Barbero, atleta de condiciones similares.

Próximo a cumplir los 28 años, el de Cádiz no tendrá fácil la misión, porque además de tener que trabajar su usual falencia para posicionarse en los embalajes, ahora tendrá que lidiar con una idiosincrasia muy distinta que le restará energías hasta en su vida cotidiana.

*Matej Mohoric: Campeón mundial sub23 en 2013 y Junior un año antes, el esloveno nunca dio la talla en el World Tour, donde pasó prácticamente anónimo durante dos campañas en Cannondale y, otra más con Lampre Mérida.

Sin soslayar su juventud, es obligatorio marcar que recibió incontables oportunidades, más que gente en su misma situación que luego brilló. Para peor, el espigado ciclista no termina de definirse en ninguna especialidad, motivo por el que difícilmente progrese en el corto plazo.

Reciente vencedor de etapa en el mediocre Tour de Hainan, aún cuenta con un año de contrato en el TJ Sport y, dato no menor, con la edad (22) de su parte. Pero si no da un paso al frente de inmediato, perderá su hueco en un ciclismo que no espera por nadie.

En su defensa, es conveniente decir que Mohoric corrió y terminó el Giro, y registra pocos abandonos en un curso iniciado en enero y acabado ayer en China, señal de su buena salud y resistencia y punto positivo para subrayar en su pobre currículum.

*Sam Bennett: El irlandés posee talento pero su problema es la inconsistencia, y eso se ha reiterado hasta alcanzar cotas alarmantes en este 2016 que dice adiós donde, probablemente, lo mejor de su repertorio se vio en los momentos clave del Mundial de Qatar.

Es cierto que nunca se caracterizó por ser un sprinter ganador, pero sus dianas en Criterium Internacional, Giro della Toscana y Paris Bourges son poco para quien ya lleva tres campañas completas en la estructura y hasta fue favorecido con contrataciones para su tren de lanzamiento.

Bennett deberá elevar su nivel el curso entrante, porque Bora será World Tour y eso implica compromisos más importantes, citas donde el pedalista de 26 años no ha estado a la altura, fallando malamente en sus aventuras por el Tour de France, por mencionar la más relevante.

Tiene el potencial, dispone de un buen bloque de lanzadores y de un hombre clave como Archbold, por lo que se acabaron las excusas para el ex miembro del An Post, que encima enfrentará competencia interna, puesto que la formación fichó a Matteo Pelucchi, Pascal Ackermann, Erik Baska y, obviamente, a Peter Sagan.

*Romain Sicard: El vasco francés, alguna vez campeón del mundo sub23 y del Tour del Porvenir, encontró su camino en el profesionalismo como gregario en el Tour y líder en la Vuelta, ronda donde entregó sus mejores prestaciones, clasificando 13° y 15° en 2014 y 2015 respectivamente.

Sin embargo, esta temporada no estuvo cerca de eso ni por asomo, enseñando una versión más apagada y con todas las fichas puestas en la ronda hispana. Apuesta arriesgada que salió mal, ya que el ex Euskaltel se rompió un dedo del pie en el cierre del Tour.

Y aunque eso frenó su preparación y es loable que haya participado igualmente en la Vuelta, no es menos real que está obligado a aportar un poco más si pretende que Bernaudeau renueve su vínculo, más aún, con el anunciado retiro de Voeckler y la necesidad de un líder que tome responsabilidades.

Su curso se resume en mucha ganas, porque no pueden negarse sus incansables cabalgadas en fuga, y alguna que otra jornada aislada en la que emergió lo mejor de su genética, como el día de la etapa reina en Criterium Internacional con arribo en el Ospedale.

*Robert Kiserlovski: El croata dejó su posición como líder de Trek en rondas por etapas y aceptó ser gregario de Alberto Contador en Tinkoff, donde nunca pudo devolver la confianza depositada en él, pasando casi inadvertido los dos años de su contrato.

Dos veces top 10 en el Giro, el escalador que maravilló ayudando a Chris Horner en su título de la Vuelta a España no cuajó en la estructura de Tinkov, aunque en su favor es justo reconocer el trabajo silencioso: permanecer junto al capitán, brindar una rueda o un bocadillo.

Su palmarés como doméstico le valió un salvavidas en pleno hundimiento y desaparición de Tinkoff, por lo que en 2017 será vital en las aspiraciones de Ilnur Zakarin como vueltómano de la formación rusa de Makarov.

Allí, con sus 30 primaveras a cuestas, será imperioso que eleve el nivel y se transforme en capitán de ruta en el tren de montaña para la grande que le sea asignada.

*Domenico Pozzovivo: El escalador italiano nunca volvió a ser el mismo tras el horrendo accidente que puso en peligro su carrera durante el Giro de 2015, pero según dijo hace poco y pese a sus 33 años, aún sueña con mejorar su 5° lugar en la grande de su patria.

El de Policoro, cinco veces top 10 en rondas de tres semanas, volvió a ser el líder de Ag2r en la Corsa Rosa, pero decepcionó como nunca antes, ya que su 20° posición fue lo peor que hizo allí -al margen de los retiros- en más de una década de participaciones.

Posteriormente conoció el Tour y ofició de gregario para Bardet, pero no destacó como él mismo esperaba, ya que anhelaba obtener un parcial. En vez de eso, debió conformarse con algún ataque aislado en beneficio de su capo y un 7° peldaño en Finhaut-Emosson.

En 2017, última campaña de su contrato, necesita volver a ser el regular atleta que no salía de posiciones cabeceras allí donde se colgaba un dorsal, atributo que desapareció con su mencionado incidente camino de Sestri Levante y que le costará los galones que tanto esfuerzo le demandó conseguir.

-Relacionadas: Corredores obligados a mejorar en 2017 (I)

Pablo Martín Palermo

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2 pensamientos sobre “Corredores obligados a mejorar en 2017 (II)

  1. Lars Boom, Philippe Gilbert, Rigoberto Uran, Rui Costa, Sacha Modolo, Sergey Chernetsky, Tom Van Asbroeck, Michal Kwiatkowsky estos también necesitan mejorar en 2017.

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