Corredores obligados a mejorar en 2017 (III) – Ciclismo Internacional

Corredores obligados a mejorar en 2017 (III)

Por @pmpalermo

Tras los dos primeros artículos, llega la tercera entrega del listado en el que nadie quiere estar. Aquí, los siguientes 10 pedalistas que deben dar un paso adelante en 2017 si anhelan mantenerse en esta profesión al máximo nivel.igor-anton

Como dijimos anteriormente, cada caso tiene un contexto y, como es usual en esta redacción, se le exige más a los virtuosos, aún cuando en un sentido lineal sus números digan otra cosa. Por eso, más de uno se sorprenderá con los apellidos ilustres aquí incluidos, mientras que otros son obvios y esperados por la mayoría.

*Igor Antón: Alguna vez fue de lo mejor de España y hasta llegó a amenazar con llevarse la gran ronda de su patria, pero eso quedó en el pasado y, prácticamente desde 2012, su trayectoria ha ido cuesta abajo.

Con eso en perspectiva, no era de esperar que el vasco luchara por una de las grandes o estuviera codo a codo con las estrellas del pelotón, pero siendo sinceros, su campaña de estreno con el Dimension Data fue mala, con apenas algunas pinceladas de su capacidad en Andalucía y Burgos.

Poco para un ciclista que recibió libertad para buscar sus objetivos, en una escuadra sin vueltómanos sólidos. De todos modos, es oportuno considerar algunas dolencias físicas que lo lastraron, como los problemas estomacales que lo sacaron de la Vuelta.

Evidentemente es buen compañero y líder, porque los directivos africanos ponderaron positivamente sus prestaciones: “Fue uno de los corredores de apoyo clave para el éxito que disfrutó el equipo en el Giro de Italia y en la Vuelta a España”, dijeron.

El de Galdakao, que repuntó sobre el cierre estacional en las clásicas italianas, desechó una oferta del Bahrain y, camino de los 34 años, pondrá toda la carne en el asador durante 2017, cuando volverá a tener vía libre salvo en casos puntuales en los que ayudará a sus compañeros.

Ya sin margen de error, tiene que aprovechar la ausencia de un capitán sólido para la general de rondas por etapas, o su carrera puede quedar trunca si no cumple con las expectativas. Eso, o se convertirá en un gregario para la montaña al mejor estilo de otros que pujaron por una grande y se apagaron paulatinamente.

*Simon Gerrans: Tras un 2014 para el recuerdo, el aussie ingresó en una racha adversa que no se detiene y lo ha mermado los dos últimos años, con incontables caídas y lesiones que jamás le permitieron una regularidad duradera.

Así, en el curso que dice adiós, el versátil pedalista sólo mostró destellos de su antiguo lustre en el Down Under que ganó, sumiéndose de allí en más, en un anonimato profundizado por su clavícula rota en el Tour.

Fuera de su gran reto olímpico, el de Orica no hizo más nada, y encima se vio inmerso en una oleada de rumores que lo situaron en medio de una pelea de egos con Michael Matthews, hoy fuera de la formación.

Con 36 años, Gerrans parece haber dejado lo mejor de sí en el pasado, pero si la salud lo respeta, aún puede conseguir algunos galardones para completar su palmarés y terminar el contrato que lo une a Orica con un poco más de lustre que el enseñado las dos últimas temporadas.

*Theo Bos: Apelando a la sinceridad que caracteriza a esta redacción, hay que reconocer que -no sólo el 2016- sino toda la carrera deportiva de Bos en la ruta ha sido una decepción. Otrora una estrella en la pista, el holandés se pasó al ciclismo de carretera en 2009 con resultados pobres en competencias de segundo o tercer orden.

Con eso en vista, no sorprende que esté en el listado de los que deben mejorar, pero para eso, deberá conseguir equipo, ya que su continuidad en el Dimension Data no está garantizada y, encima, no ha entregado nada como para obtener la extensión de contrato.

Para ser más precisos, en 51 días de actividad oficial repartidos en 21 eventos, se bajó antes de tiempo en 13 y, peor aún, nunca lució como una pieza importante del tren de lanzamiento africano, mucho más visible esta campaña debido a la presencia de Mark Cavendish.

Si Bos tiene la fortuna de hallar acomodo, deberá elevar su nivel de modo considerable, o su periplo profesional acabará anticipadamente.

*Pierre Rolland: Escalador magnífico, tres veces top 10 en el Tour y otra en el Giro, fue fichado para hacer lo propio esta campaña con los colores del Cannondale, pero falló. El galo nunca estuvo a la altura de las circunstancias, formando parte de los pelotones de segundas espadas o líderes rezagados en los puertos.

Rolland no hizo la carrera, aunque demostró su empeño buscando colarse en numerosas escapadas que, en su caso, no tuvieron final feliz. Lo mismo podría decirse de su aventura en la Vuelta a España, ronda a la que viajó sin presión debido a la presencia de Talansky, pero tampoco hizo demasiado.

En plena madurez, el francés aún cuenta con un curso de contrato y debe justificar su traspaso, hartamente criticado en los últimos días y con razón. Apostar todo a un único objetivo es arriesgado y algo reservado a unos pocos, por lo que Rolland debería diversificar el calendario, porque suele permanecer anónimo casi sin excepción.

Evidencia de ello son sus 78 días de competición, en los que sobresalen un 10° en la general del Dauphiné y otros tantos en parciales de Tour y Vuelta.

*Marko Kump: El esloveno brilló con luz propia en 2015, campaña en la que fue el segundo ciclista más ganador del mundo con 18 dianas (sólo superado por las 20 de Kristoff) en apenas 54 jornadas de carrera con el Adria Mobil continental.

Con pasado en el World Tour de la mano de Tinkoff en 2013 y 2014, recibió una nueva chance en Lampre y quedó en deuda. Es que apenas alzó los brazos dos veces en 69 días de competición y en el modesto Tour of Qinghai Lake chino.

Si bien era esperable un descenso en el número de éxitos, lo más alarmante fue la diferencia de nivel físico entre Kump y sus pares de la máxima categoría, ya que hizo poco y nada en citas World Tour. Lo más destacable para él fueron algunas clasificaciones en la decena de avanzada en Down Under, Tres Días de la Panne y Tour de Omán, sin olvidar un 11° en la París Niza.

Afortunadamente le queda una temporada con el TJ Sport que toma el relevo de Lampre, pero es de esperar que le exijan más que lo entregado en el curso que dice adiós y lo tuvo en un papel mediocre.

*Rohan Dennis: El australiano fue una de las sensaciones de un 2015 que inició con un nuevo Récord de la Hora, una etapa y el título en el Tour Down Under. Posteriormente, añadió la obtención de sus objetivos estacionales: la crono inaugural del Tour y la corona en el USA Pro Challenge.

De hecho, Dennis arrasó allí, escalando como nunca antes y destrozando a la oposición en la contrarreloj, disciplina que lo tuvo como gran figura durante casi toda el calendario. Pero eso no se replicó en 2016, donde la mala suerte arruinó su cita olímpica sobre la cabra cuando se encaminaba a una medalla.

Además, no estuvo a la altura deseada cuesta arriba, quizás por enfocarse demasiado en las cronometradas. El experimento pudo haber salido bien porque se impuso en etapas del género en rondas de una semana como el Eneco Tour y Tour de California, pero eso no le sirvió para llevarse el título allí (2° final en ambas), así como tampoco en el Mundial o los mencionados JJOO.

Su año no fue malo, pero comparado con el anterior, se estancó y no alcanzó resultados ni objetivos. Poco para una de las cabezas visibles del BMC, que tiene grandes esperanzas puestas en este magnífico rodador.

*Pim Ligthart: Difícil ponderar a un corredor cuando sus funciones son, principalmente, las de gregario. Sin embargo, en el caso que nos compete, el holandés pasó del mejor año de su carrera -aún trabajando para otros y hasta ganando pruebas de importancia- a desaparecer.

Luego de un 2014 de adaptación al Lotto, Ligthart dio un paso adelante en 2015, con dianas en el GP la Marseillaise y Vuelta a Andalucía, más varios top 10 en Etoile de Bessèges, Binche Chimay Binche y Paris Tours.

Pero nada de eso se vio en el 2016, probablemente, porque Lotto elevó el nivel de los eventos a los que envió a su pedalista. Éste no rindió al nivel requerido ni aprovechó las numerosas bajas de la escuadra, por lo que el desenlace fue obvio y acabó con sus huesos en el Roompot Pro Continental.

Allí tendrá la chance de volver a enseñar su versatilidad y punta de velocidad en pruebas de un día, especialmente las semiclásicas de inicio de curso que tan bien le sientan. Con un solo año de contrato sobre la mesa, no puede darse el lujo de fallar y es probable que se presente a tope ya desde febrero.

*Guillaume van Keirsbulck: Luego de seis temporadas en el World Tour con el Etixx y sus anteriores denominaciones, el de Roeselare dará un paso atrás en 2017, ya que fichó por el Wanty Groupe Pro Continental.

Y no es casualidad, porque perdió brillo progresivamente, pasando de ser una pieza clave para los líderes en las clásicas, al ostracismo total. No sólo eso, sino que el todavía joven belga (25) también pudo sumar sus victorias en pruebas de un día o de una semana del estilo de los Tres Días de la Panne o Eneco Tour.

Pero su rendimiento bajó, incluso en las cronos cortas que tan bien le iban, y en la máxima categoría no hay lugar para ciclistas que no aportan, motivo por el que Lefevere le mostró la salida.

Quizás van Keirsbulck aproveche el traspaso y se convierta en “cabeza de ratón”, liderando una formación necesitada de talento y experiencia para las clásicas. Es que más de un lustro en Etixx habrá dejado huella, situación que invita a pensar en un buen 2017 para el flamenco.

*Lars Boom: Caídas, enfermedades y hasta niveles bajos de cortisol, mermaron las prestaciones del holandés en sus dos temporadas con Astana. De más está decir que Alexandr Vinokourov no se caracteriza por su paciencia, factores que confluyeron en su salida sin pena ni gloria de la formación kazaja.

Clasicómano magnífico, capaz de hacer buenas cronos cortas, dejó la estructura que hoy se denomina LottoNL-Jumbo para tener más chances propias debido a la presencia de Sep Vanmarcke.

Y su experimento empezó bien, con un 4° en Roubaix y un 6° en Flandes en 2015. Pero desde entonces, todo fue cuesta abajo y apenas si enseñó la cara. Afortunadamente para él, ahora tendrá una nueva chance en “casa”, ya que LottoNL le ofreció dos años de vínculo, aún cuando se especulaba con su paso al Ciclocross.

El reto es añadir lo que le falta a su currículum, es decir, algún triunfo en una clásica importante y progresar sobre la cabra. Capacidad le sobra y, si la salud lo acompaña, deberá demostrarla nuevamente, porque el crédito se acaba.

*Tom Van Asbroeck: Un ciclista versátil que asombró al pelotón durante 2014, cuando cosechó incontables podios para el Topsport-Vlaanderen y se ganó un pasaje al World Tour con el LottoNL Jumbo.

Allí, tuvo un buen primer año con varios top 10 en competencias de un día de su agrado tales como Nationale Sluitingsprijs, Binche–Chimay–Binche o Kuurne–Brussels–Kuurne y, más relevante aún, en un parcial de la Vuelta a España.

No sucedió así en 2016, y se coló apenas cinco veces en la decena de privilegio durante los 66 días de carrera disputados. En simultáneo, se produjo la explosión de Dylan Groenewegen, y todo confluyó para propiciar su salida de la formación.

Se especula con su fichaje por el Cannondale Drapac, por lo que podrá llamarse dichoso de seguir en el World Tour después de una campaña tan mala. Si así sucede, estará obligado a exprimir sus chances al máximo, o terminará de regreso en un continental de su Bélgica natal.

Relacionadas:

*Corredores obligados a mejorar en 2017 (I)

*Corredores obligados a mejorar en 2017 (II)

Pablo Martín Palermo

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