Héroes anónimos del pelotón (IV): Imanol Erviti – Ciclismo Internacional

Héroes anónimos del pelotón (IV): Imanol Erviti

Por @pmpalermo

En la continuidad de nuestra saga “Héroes anónimos del pelotón”, un tributo a los gregarios, toca hablar de uno de los más sobresalientes y fieles en todo el ámbito profesional: Imanol Erviti.erviti1

Sacrificado y trabajador como todos nuestros anteriores invitados para esta sección, Erviti destaca por su vigencia y trayectoria, realizada durante más de una década en la misma estructura, que encima, es de las más importantes del mundo.

A punto de iniciar su campaña número 12 a las órdenes de Eusebio Unzué, Erviti habla sobre el “secreto” para sostenerse en el mismo lugar. “No hay secretos, para estar 12 temporadas he intentado hacer las cosas bien: ser buen profesional (cuidarse y prepararse bien), buena persona (hacer buen ambiente y ser generoso con el grupo) y cumplir con lo que se demanda en el ámbito deportivo. Es la manera mas fácil de que estén contentos con uno”.

“Este es el equipo que me dio la oportunidad de ser profesional y en este grupo me he encontrado siempre a gusto, por eso no me he decidido nunca a cambiar”, añade el amable atleta, una garantía para cualquier jefe de filas.

Más sorprendente aún resulta su explicación de los motivos que lo llevan a entrenar cada día sabiendo que no está destinado a ganar. “Primero, para mí, ser ciclista no consiste sólo en cuántas victorias eres capaz de obtener a final de temporada. Quizás es algo más ligado a la superación diaria, a la pasión por prepararse para dar tu mejor versión”, dice, y luego agrega: “Este es un deporte en el que sólo gana uno pero en el que trabajamos todos, y muchos días el que gana lo consigue también por el apoyo de sus compañeros. Para los que no somos ganadores asiduos, esto motiva mucho. Sentir que has aportado tu grano de arena para conseguir un objetivo es muy satisfactorio”.

Pero no sólo eso alimenta sus ilusiones, y el incombustible rodador español revela un dato adicional que también habla a las claras del Movistar. “Los líderes, compañeros y directores son siempre agradecidos. En carrera hay exigencia, claro, pero si me he vaciado en favor de alguien siempre me lo han agradecido. Además, es la forma de sentirse valorado y tener la motivación para hacerlo también al día siguiente. Con un GRACIAS, si es de corazón, vale”.

A nadie escapa la importancia de Alejandro Valverde en el conjunto ‘telefónico’, y Erviti no es ajeno a ello, puesto que lleva toda su trayectoria compartiendo filas con el murciano. “Alejandro es el líder con el que más he compartido, y nos ha dado grandísimas alegrías. Una mirada basta para entendernos”, explica. “Con compañeros con los que llevas años trabajando juntos llegas a alcanzar ese nivel de confianza y la verdad que facilita las cosas”, señala a continuación.

En una sociedad exitista como la occidental, Imanol es uno de los pocos corredores dispuestos a vaciarse por otros, algo que aprendió apenas pasó a profesionales, allá por 2005. “Me lo inculcaron los compañeros y el equipo desde mi primera temporada. En el ciclismo es importante saber cuál es tu sitio y, si no alcanzas a ganar, es mejor ser útil para el equipo y los compañeros”, sostiene con simpleza.

Llegado este punto, Erviti alza el estandarte por los representantes de su rubro laboral, al menos, en el aspecto económico. “Pienso que habrá de todo, pero sí que es más fácil que queden desatendidos los gregarios, porque el reconocimiento y la publicidad suelen estar con los vencedores”.

En esa línea, aprovecha para recordar que, el ciclismo, no se trata sólo de los últimos kilómetros. “No me llega a molestar, es comprensible que los medios y el público se centren en la parte final, en el vencedor… ¡¡¡Pero sí que me gustaría avisar que se pierden ciertas salidas que son puro espectáculo!!!”.

Y es así. Tanto el de Pamplona como todos los demás que ocupan el mismo rol, tienen que estar listos desde la neutralizada, sin tiempo para encontrar sensaciones o estirar la musculatura escondidos dentro del lote. “Básicamente, junto a otros compañeros, tratamos de que el líder llegue al momento clave de la carrera donde tiene que llegar y como tiene que llegar”.

Más claro imposible. El que importa es el líder y todos los demás lo auxilian hasta para atender el llamado de la naturaleza. Pero ciertamente que las cosas se complican según el evento y la cantidad de integrantes de la escuadra. “Sin duda, cambia hasta el planteamiento del trabajo. No puedes hacer las cosas igual siendo dos compañeros menos”.

Como puede verse, ser gregario requiere una enorme cuota de sacrificio y condiciones físicas y psíquicas sobrenaturales, a las que nuestro protagonista añade otra, que le augura un gran futuro como técnico. “Aparte de la fortaleza física creo que también es necesario tener visión de carrera. El entrenamiento para esto pueden ser los años de experiencia en las carreras y el ciclismo que has visto por la televisión”.

Por supuesto, ser ciclista y gregario, no es para cualquiera. Y el navarro cuenta los pro y los contra de este empleo y modo de vida. “La satisfacción que tiene el grupo después de haber hecho bien las cosas para alcanzar un objetivo es lo mejor. Lo que menos me gusta es el peligro de caídas fuertes en las primeras etapas de las grandes vueltas”.

Otro punto que caracteriza a estos auténticos héroes es que, a diferencia de los capos, casi nunca descansan y no tienen un momento específico para explotar sus virtudes. “No hay un límite estipulado, cada día depende de tus fuerzas, el recorrido y de las funciones que has tenido que realizar”.erviti bidones

Al igual que en las notas previas, consultamos al gregario de turno respecto a ciertos números que todo aficionado quiere conocer: las calorías consumidas en promedio y el número de botellas que puede cargar desde el coche. “En cuanto a las calorías, en las etapas de una gran vuelta suele variar ente 3000 y 5000 Kcal”, dice. “Respecto a los bidones, creo que en alguna ocasión 16, dos para cada uno de mis compañeros en el Tour, mas las dos de mi bici”.

Erviti no lo sabe, pero es el hombre récord hasta el momento en lo que a nuestra saga respecta, y eso que jamás utilizó el chaleco de Tinkoff. “No lo he probado, pero sí facilita el trabajo y reduce el peligro cargando los bidones entre los coches, me parece buena idea”.

Con casi 1.90 metros de altura y cerca de los 80 kilogramos de peso, queda claro que Imanol no es escalador, pero el navarro explica que no es el terreno lo que complica su tarea sino el clima y la acumulación de esfuerzos. “Cualquier etapa puede ser muy dura,depende de que trabajo tengas que hacer, pero en las etapas de viento hay mucha tensión”.

Para distender un poco, le hacemos la pregunta de rutina respecto a su bocadillo preferido dentro del bolso de avituallamiento, a lo que él exclama sin dudar: “Los cuadrados de arroz que preparan nuestros auxiliares. ¡¡Son muy buenos!!”.

Finalmente, Erviti deja algunas frases que reflejan la unión dentro de la formación azul. “No sé quién es el compañero más trabajador. No puedo destacar a uno, muchos son grandes trabajadores”, apostilla.

Y la clave está en el ambiente fuera de las competencias. “Creo que lo principal para crear un clima de confianza es ser honesto y generoso”, indica. Y vaya si es generoso, ya que avisa que sus líderes gozarán largamente de sus servicios: “Supongo que mi rol no cambiará, me gustaría seguir acompañando a estos grandes líderes en la lucha por los mejores objetivos”.

Como todo gregario que se precie de tal, la vocación de servicio está a flor de piel en Imanol, que concluye la nota con un consejo para aquellos que están en sus inicios como profesionales. “Que disfruten de poder ser profesionales porque cuesta mucho llegar y no pierdan la ilusión con la que empiezan, ¡¡aunque sean gregarios!!”.

Este es Imanol Erviti, gregario modelo en el mejor equipo del mundo y epítome de lo que representa su labor. Y no se engañen, porque como atleta, no tiene nada que envidiar a ninguno de sus colegas, puesto que se necesita ser casi indestructible para estar a la altura de las circunstancias.

De ahora en más, los invitamos a prestar más atención a quienes ponen la cara contra el viento o portan bidones cuando inicia una transmisión, porque aunque no parezca, hay toda una preparación detrás de ellos.

*Héroes anónimos del pelotón (I)

*Héroes anónimos del pelotón (II)

*Héroes anónimos del pelotón (III)

Pablo Martín Palermo

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