Made in Colombia: Innovación en el arranque del Clásico RCN 2018 – Ciclismo Internacional

Made in Colombia: Innovación en el arranque del Clásico RCN 2018

Por @RegulusAugustus

La edición número 58 del Clásico RCN, prueba tradicional del calendario colombiano, dio inicio hoy en la soleada ciudad de Santiago de Cali. Al no ser categoría UCI -como casi todo la programación cafetera- y contar exclusivamente con equipos nacionales, la prueba estaba marcada a pasar inadvertida por la prensa foránea. Frente a ello, los organizadores se idearon una sensacional y novedosa primera etapa, que nos ha llamado gratamente la atención.

Foto: Antena 2

Inspirada en las carreras criterium, la organización en cabeza del periodista Héctor Palau junto al comisario Héctor Arcila estructuraron la idea de un corto circuito urbano con las siguientes reglas:

El circuito fue compuesto de 11 giros para sumar una distancia total de 29.4 km en la capital vallecaucana. La particularidad consistió en que el lote total fue dividido en 5 grupos de ciclistas, que afrontarían la carrera independientemente. Así el primer grupo daría sus 11 giros y establecería su tiempo. Una vez culminado el recorrido lo haría el segundo grupo, y así sucesivamente hasta el quinto y último. Por esto cada equipo debió repartir a sus hombres entre los cinco grupos; así que todos decidieron dejar a sus líderes en el último grupo junto con un compañero, para un total de 36 en dicho “grupo de capos”.

Dado que cada carrera se corría individualmente, el tiempo era tomado en línea de meta como cada uno fuese llegando; de modo que en caso de llegada mayoritaria se daba el mismo tiempo al lote (como es usual), pero aquellos que hubiesen sido relegados marcarían su tiempo real y perderían la diferencia. La llegada de cada una de las cinco mangas fue un embalaje que otorgó 3, 2 y 1 segundos de bonificación a los puestos 1°, 2° y 3°, respectivamente; cual si fuese una meta volante.

Como salvaguarda se tuvo que en caso de pinchazo o caída se otorgaría “un giro de gracia”, el cual daba la oportunidad de reconexión con el lote al siguiente paso por su punto. La excepción a esta protección fue los dos últimos giros en los cuales no se permitió el reingreso para disputar el sprint final, sino que al corredor que tuviese tal situación se le contabilizaría el giro perdido con el peor de los 11 tiempos que su grupo hubiese cronometrado en las vueltas dadas. Solo se presentó un caso: el de Miguel Ángel Reyes (Deprisa), precisamente en el último giro de la quinta manga.

El primer grupo en salir marcó un tiempo de 36’20”, teniendo como ganador a Omar Mendoza (Team Medellín), con lo que se puso líder virtual de la etapa. Ninguno de los tres siguientes grupos mejoró su tiempo; y no fue sino hasta la manga final, cuando los capos apretaron el paso, que se bajó el tiempo cuando Miguel Ángel Rubiano (Coldeportes-Zenú) batió al incombustible Oscar Sevilla (Team Medellín), con un tiempo de 36’19”.

De esta manera la general quedó con Rubiano 1° con 36’16”, 2° Mendoza a 1″, y 3° Sevilla también a 1″.

Estrategia y espectáculo

En tiempos donde se buscan alternativas para entretener a un público cada vez más exigente, a la vez que se quiere atraer nueva afición, ideas como las tenidas en “el clásico radial”, trayendo elementos de otras carreras, alegran el espectáculo y mejoran la competencia.

Por un lado, se tiene una variación frente al ya tradicional prólogo de CRI inicial. A la vez, se estimula la competencia, puesto que los capos solo tuvieron un compañero a su lado, viéndose obligados a tirar. Sin mucha oportunidad de guardar, aquel corredor del grupo final que tuviese un compañero con un buen tiempo previo, pudo optar por marcar a los demás o disputar el final (como hizo Sevilla, quizás, afectando a Mendoza).

Igualmente, el terreno quebrado y la distancia a obligan estar atentos. El ritmo se hace veloz y la lucha por ir adelante es intensa, como en efecto se vivió este viernes. Al final del día, el resultado fue un llamativo modo de establecer las primeras diferencias de la general.

En un año en el que hemos visto las carreras más famosas del mundo con etapas de 65, 35 y 97 km; además de una particular grilla de partida en el Tour de France -que fue un rotundo fracaso-, debemos reconocer que lo más innovador, llamativo y exitoso ha sido lo visto en esta carrera colombiana, fuera del calendario oficial UCI.

Nunca se sabe, pero quizás ASO se haya enterado y, si Christian Prudhomme echó un ojo, tal vez pronto veamos versiones similares en las grandes vueltas. Eso, si la Unión Ciclista Internacional les permite seguir innovando, esta vez con algo más influyente y dando más juego a la competencia.

Por lo pronto, quedamos satisfechos con lo visto y expectantes con una carrera que ha alineado en su recorrido de esta ocasión los altos de La Línea, El Salto de Tequendama, Letras y Minas, volviendo a ser tierra de luz para los ‘escarabajos’.

César Herrera

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5 pensamientos sobre “Made in Colombia: Innovación en el arranque del Clásico RCN 2018

  1. Si, fue una buena idea. Como usted dice dio emoción permanente a este circuito que de otra forma hubiese sido más de lo mismo, solo emoción en los últimos 10-5 km finales.

    Ojalá la idea llegue a los cuarteles de la ASO y la RCS.

  2. Al parecer fue una buena idea por parte de la organización, es una lástima que este año no lo estén transmitiendo por TV como en años anteriores.

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