Niki Terpstra: la hora de liderar

Por @pmpalermo

Niki Terpstra ganó la París Roubaix y coronó la temporada de clásicas con un merecido premio ya que, además del triunfo en el Monumento francés, no es descabellado afirmar que el de Omega ha sido el mejor corredor en el balance global sobre las pruebas adoquinadas y uno de los más destacados de todo el pelotón en lo que va de 2014.

Es que el aventajado gregario de Boonen comenzó el curso de modo brillante en el Tour de Qatar, evento en el que se impuso en la etapa 1 (su primer día de actividad oficial de la campaña) y se quedó con la general, finalizado en el top 10 en cuatro de las cinco jornadas.

Tras ser de la partida sin mayor suceso en Omán, el potente rodador comenzó su periplo en el pavé y acabó 5º en Omloop Het Nieuwsblad tras ser protagonista del corte peligroso producido en el Molenberg y luego uno de los que encabezó la infructuosa cacería sobre Stannard y Van Avermaet.

En Kuurne-Brussels-Kuurne se bajó y en París Niza pasó inadvertido, pero las duras piedras flamencas son lo suyo y fue entonces que se impuso en Dwars door Vlaanderen (su 2º victoria allí) y secundó a Sagan en E3 Harelbeke tras probar desde lejos hasta el cansancio para no disputar un embalaje con el rápido eslovaco.

Los Tres Días de la Panne fueron el siguiente escalón y nuestro protagonista terminó 4º pese a ser el más fuerte, ya que en la crono final, cuando se jugaban la general, rodó con un pedal roto desde el inicio mismo y terminó por dejarse ir, cediendo un tiempo valioso que lo apartó del podio.

Llegaron los Monumentos y en De Ronde fue siempre referencia junto a los grandes nombres e incluso, reaccionó junto a Kristoff  tratando de alcanzar a Cancellara una vez que el suizo rompió la carrera en el Kwaremont, quedándose cerca de enlazar y completando el día con un valioso 6º lugar.

En Roubaix las cosas cambiaron radicalmente y el enorme trabajo de Boonen le permitió a Tersptra viajar tapado, para lanzar el único y potente ataque con el que se regaló el Infierno del Norte, aprovechando la superioridad numérica de Omega y el momento de duda entre los jefes de fila.

Concluido el repaso, es evidente que el holandés dio un paso más en su progresión que, acompañada por la madurez propia de los 29 años, merece la capitanía de una escuadra en las Clásicas, algo que se le negó en Omega ante la presencia de Tommeke y que podría obligarlo a emigrar, ya que además termina contrato.

En este punto y sin hacernos eco de rumores sin sustento, sí es necesario traer a colación el saludo de Fernando Alonso luego de Roubaix, hecho que junto a sus extraordinarios resultados de 2014, invitan a pensar seriamente en Terpstra como uno de los nombres más importantes del próximo mercado de pases.

Difícilmente Lefevere baje el pulgar a su amado Boonen, y tampoco hay que enterrar al de Mol, por lo que el punto de interés será ver que pasa con el ex Milram ya que la presencia de Stybar en el conjunto tampoco deja margen de maniobra para que pueda encabezar la estructura belga en el pavé.

Lo concreto es que, sea en Omega o en otra parte, el vencedor de la Clásica de las clásicas dio durante esta primavera el gran salto de calidad que necesitaba y se convirtió así en un pedalista con otro status, uno que le brinda el derecho a capitanear una formación, por lo que sólo resta saber dónde estrenará oficialmente su nuevo rol.

Pablo Martín Palermo

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