Análisis: El arte de un tren de lanzamiento del sprint – Ciclismo Internacional

Análisis: El arte de un tren de lanzamiento del sprint

Por David Hunter

El ciclismo actual es genial, con bastante cobertura mediática en las carreras donde, principalmente, se hace foco en las estrellas. Por eso, casi todos los fans identificarán con facilidad a Cavendish, Greipel, Kittel, Sagan y Kristoff, usuales visitantes del podio.sprint masivo

Pero, en los últimos años, el hombre que los lanza rumbo a la gloria ha empezado a cobrar notoriedad y, en ese contexto, sobran los artículos respecto a gente como Henderson, Renshaw y De Kort, que han ayudado al público a comprender que las victorias en las etapas llanas no son sólo los últimos 200 metros.

Olviden por un rato las etapas de montaña, porque los embalajes están llenos de emoción y son, casi siempre, la muestra perfecta de la tarea en equipo. Es que, por más poderoso que sea, ningún ciclista es capaz de vencer a un tren bien organizado.

Observar a seis hombres rodando juntos y en armonía a 60km/h es una belleza, más aún cuando doblan las curvas o resisten los embates de equipos rivales, siempre con el objetivo de lanzar a su corredor protegido en el sprint masivo.

Si opinan como nosotros, sabrán también que las ‘volatas’ están cargadas de adrenalina, gritos, codazos, caídas y “drafting”, que convierten los últimos 5 kilómetros de cualquier parcial en un caos absoluto.

Para poder entender el “arte de lanzar un sprint”, creímos que lo mejor era empezar por el principio.

Posiciones

Número 1 – El sprinter. Se esconde todo el día en el pelotón, tratando de gastar la menor cantidad de energía que le es posible. Son los ciclistas más protegidos y hasta reciben ayuda para orinar. Para ellos, todo se centra en los 250 metros conclusivos, y deben rodar durante horas sin perder el foco en eso. Por ello, la potencia es crucial, pero también la inteligencia.

Número 2 – El lanzador. Suele recibir algo de protección porque sólo tiene la misión de lanzar al sprinter y dejarlo a 250 metros de la meta. En una situación ideal, iniciará su tarea a 500 metros de la llegada, pero el ciclismo es un mundo plagado de incertidumbres. No debe subestimarse la importancia de este corredor y, por ello, no sorprende ver que los sprinters se llevan a su lanzador cuando cambian de equipo. Actualmente tenemos varias duplas exitosas en el pelotón: Greipel/Henderson, Cavendish/Renshaw, Kristoff/Guarnieri, Bouhanni/Soupe. Una vez que un sprinter encuentra a su número 2, trata de no perderlo nunca más. Un lanzador es casi igual de rápido que el velocista, porque normalmente, cumplía esa función en otra escuadra. Además, se trata de atletas muy inteligentes.

Número 3 – El ariete. Este corredor no viaja protegido y debe trabajar en el pelotón, ya sea cargando botellas o cazando una escapada. Cuando faltan 5 kilómetros para el cierre, debe tener energías para comenzar a posicionar al 1 y el 2 en vanguardia y en el momento oportuno. Idealmente, debe colocarse al comando a 1.1 kilómetros y sostenerse allí hasta la marca de 500 metros. Está claro que sólo un número 3 puede encabezar el lote, así que los otros intentan llevar a sus dúos protegidos lo más adelante que pueden, para que el lanzador haga lo suyo. Su trabajo es poco popular a los ojos de los fans, pero los equipos saben de la importancia de esto, porque se necesitan hombres capaces de producir mucha potencia durante largo rato para conseguirlo. Si arrancan muy lento, entonces el sprint estará perdido.

Número 4 – El posicionador. Este es un lujo que no muchos equipos pueden darse. Normalmente, los conjuntos que aspiran a la general de una prueba o las estructuras más pequeñas, sólo cuentan con tres hombres para el sprint. Sin embargo, los equipos especializados sí tienen un cuarto, pedalista no protegido que cumple diversas funciones pero que tiene que estar disponible en el cierre. En los 6 kilómetros finales arranca la pelea entre los trenes por el control del lote y es este hombre el encargado de encabezar las acciones. Si nada falla, estará al tanto del recorrido restante y sabrá cuando lanzarse, distancia que puede estar comprendida entre la marca de 5 km y la de 2 km a la llegada. Los verán mirando siempre hacia atrás, corriendo con cuidado de no romper su tren, un verdadero reto si se rueda a 65km/h. Esta función suelen cumplirla ciclistas experimentados y no jóvenes excitados o nerviosos.

Número 5 – La locomotora. Este rol en particular suele verse en las grandes vueltas, donde los equipos tienen 9 hombres. El elegido se pone al frente y se mantiene por unos 1000 metros a tope. Suelen ser especialistas contrarreloj y aparecen dentro de los 10 kilómetros finales, pero dan su relevo cuando se desatan las hostilidades.

El lanzamiento perfecto

Es cuando un equipo se pone al mando a unos 2 kilómetros de meta y el número 4 hace lo suyo, cede el paso al 3, éste al 2 y el sprinter gana. Esto impide que cualquier otra escuadra tome el control, señal clara de que cada eslabón del tren es mejor que el de sus rivales. No sucede muy seguido y encontramos un buen ejemplo en el Eneco Tour 2015.

Observen a Sieberg (15:49) mirando constantemente sobre su hombro antes de su movida decisiva.

Dada la velocidad de los conjuntos con velocistas, es extraño que una formación domine de este modo, especialmente en el World Tour. Lotto hizo algo parecido a esto en el Tour de Luxemburgo, pero contra ciclistas de un nivel menor.

En este punto, cedemos la palabra a un invitado de lujo, experto en estas lides, como Greg Henderson:

“Cometimos algunos errores el día previo, corriendo contra el viento, así que era importante utilizar a los rivales correctamente y ponerse al frente en el momento exacto. Cuando apartamos a Tiesj y Tim, fue prácticamente un desfile a meta.

El lanzamiento reducido

Esto sucede cuando sólo tres hombres se involucran en el embalaje. Lampre es de lo mejor en esto, ya que no suelen trabajar durante el día pero aparecen de golpe en el desenlace. No es un accionar muy bien visto, pero es la única manera que les queda a los equipos con pocos efectivos. Con tan poca gente para el sprint, el “timing” o sincronización lo es todo.

Aquí vemos un ejemplo del Giro. Miren a Ferrari (1:49:40) moviéndose en el instante oportuno.

Para que esta táctica sea efectiva, el número 2 y el 3 deben ser muy rápidos, y Lampre lo fue porque el número 3 era un sprinter. Es una táctica acertada que no siempre funciona si, ante la falta de un posicionador, no logran avanzar en el pelotón.

El lanzamiento cuesta arriba

Un sprint en cuesta suele crear caos porque los lanzadores tienen perfectamente medida su distancia en el llano, pero no en las subidas. Además, el último hombre debe ser muy poderoso, más de lo normal, y por eso, Marco Haller es de los mejores en el pelotón.

Aquí lo vemos lanzando a Alexander Kristoff rumbo a la victoria. Se movió al frente (28:20) a unos 350 metros, más tarde de lo normal, porque ante la subida es imposible hacer un relevo de 300 metros. Las cosas cambian y el lanzador se vacía unos 150 metros, convirtiendo esta tarea en una de las más complejas en el ciclismo. Katusha cubrió todas las bases y cuenta con Guarnieri para el llano y Haller en las colinas.

Finales técnicos

Algunos organizadores son propensos a diseñar llegadas plagadas de curvas en los kilómetros finales. Esto genera nervios y caos, forzando a los trenes a variar sus estrategias ante la imposibilidad de mantener a todos los efectivos alineados. Es mejor arribar con menos corredores y ponerse al frente un poco antes. Veamos otra perfecta demostración por parte del Lotto, en el Giro.

A falta de 3 kilómetros (7:44), se pusieron al comando con sólo tres corredores delante de Greipel. Eso hubiera sido un error, pero ante las dificultades de Greipel en llegadas técnicas, Lotto se apoderó de la punta e impuso condiciones de allí en más. Escucharán a Henderson gritando órdenes a  Hansen y Bak, indicándoles la línea a trazar y la velocidad. A 1.7 kilómetros de la línea perdieron el control porque, con pocos miembros, se volvió imposible dominar durante 3000 metros, pero en vez de asustarse, retornaron a lo suyo de la mano de Hansen a 1 kilómetro del final. El resto es historia.

Henderson recuerda lo sucedido:

“La etapa del Giro iba según los planes, es decir, utilizando las curvas a 90° para bajar la velocidad y posibilitar a Bak relevos más largos. Pregunté por radio, varias veces, la dirección del viento en la extensa recta a meta y me dijeron que era de cola. Entendí que podía dar un muy largo y poderoso tirón de 600 metros, y el resto ya lo saben.”

El lanzamiento de larga distancia

Hay días en los que el número 2 se siente más fuerte de lo normal y, en vez de esperar su distancia, parten mucho antes, movida que suele poner nervioso a su sprinter. Hablamos de un lanzamiento de 300/400 metros, que implica una salida a 600, para apartarse a 200. Sólo un fuera de serie puede mantener a raya a un pelotón entero de ese modo y, a continuación, veremos un ejemplo perfecto en la París-Niza. Pueden ver a Henderson (2:01:33) haciendo gala de los vatios que puede mover.

No sólo por su ayuda en el artículo, sino por la tremenda campaña marcada, volvimos a poner un vídeo de Henderson, que explica los hechos para ustedes:

“El lanzamiento de la París-Niza fue uno de los mejores que hice en mi carrera. Tuvimos algunos problemas de comunicación con el equipo el primer día, así que aquí quisimos asegurarnos. La fuga era muy sólida y apostamos a que sería cazada. En el lanzamiento no quemamos muchas naves y nos movimos a 2 kilómetros de meta con Sieberg, pero Orica nos superó con Impey, Docker y “Bling”. Llegó mi turno y aceleré hasta la rueda de Matthews; allí me aseguré de que Greipel estaba conmigo y volví a salir para evitar el embate desde atrás de FDJ. Faltaban 500 metros y había un ligero viento frontal, pero pude superar a Orica y dejar a Andre de cara a la victoria.”

El “Dream Team” de los sprints

Sólo nos resta elegir al tren ideal de 2015.

  1. Greipel
  2. Henderson
  3. Boonen
  4. Sieberg
  5. Tony Martin

¡Vaya tren! Algunos estarán sorprendidos de ver a Boonen como número 3, pero nos sorprendió en Qatar trabajando en ese puesto. Como empieza a envejecer, debería pensar seriamente en dedicarse a estas labores y dar paso a gente más rápida, algo que beneficiará a Etixx. Seguramente, un poderoso alemán que llegó desde Giant-Alpecin, estará más que feliz de contar con su ayuda.

2016

Un gran año nos espera en la batalla por los sprints. Greipel, Cavendish y Kittel parece listos para medirse en las grandes, con Lotto y Dimension Data preparados, ya que sus trenes tienen cierto rodaje juntos. En el caso de Kittel, habrá que esperar por su recuperación primero, pero no debe subestimarse al Etixx, auténticos maestros en estas cuestiones. Dicho esto, les costará bajar a Greipel de su merecido puesto como mejor sprinter.

Será interesante ver cómo progresan Cofidis y Bora. Bouhanni parece listo para sumarse al grupo de los grandes, simpre y cuando esté sano y Soupe se mantenga junto a él. Por su parte, algo importante se cuece en Bora, con Sam Bennett como estandarte. Shane Archbold se está transformando en un lanzador de lujo bajo la tutela de Greg Henderson y esperamos ver a la dupla Bennett/Archbold florecer en 2016.

David Hunter

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9 pensamientos sobre “Análisis: El arte de un tren de lanzamiento del sprint

    1. Hola Germán: Ya demostró que tiene con qué ganar en Europa. Será importante que no lo “quemen” llevándolo a disputar con los monstruos al Tour. Gaviria debe crecer y pagar derecho de piso. Para ello, sería bueno que trabaje a las órdenes de Kittel y tenga sus oportunidades en competencias de segundo orden. Al menos, durante algunos meses.
      Creemos que le irá muy bien, porque él tiene las cosas muy claras.
      Un abrazo

  1. Gracias por la ilustración, por descripciones como ésta es que más me gusta el ciclismo.
    Ahora las etapas llanas cobran más importancia para mi disfrute en éste hermoso deporte.

  2. Qué repaso nos han dado en este tema de sprinters. Parece fácil verlos imprimir más velocidad al final, como si lo hiciera el que tenga más fuerzas y nada más.

    Saben de algun sprinter que acostumbraba o acostumbra a luchar y ganar el embalaje sin su equipo, en solitario, a rueda del rival? Me causa curiosidad porque sería muy dificil lograrlo, sobretodo después de saber cómo funciona el sprint final.

    1. Hola Guipeche: acabo de verificar y está todo en orden con el artículo. El de la París Niza es el último. Todos los anteriores están funcionando y son las carreras anunciadas…empezando con Eneco Tour.
      No sabría decirte por qué los ves mal…es una lástima y espero puedas solucionarlo

  3. Soy amante de los Spints, y no se porque hasta hoy ví este articulo, siempre me gusto el tren Ferrari, Maximiliano y Modolo. aprovechaban muy bien ese último kilometro.
    Lo del Lotto es bien conocido que son un equipo en todo el sentido de la palabra, se conocen muy bien, cuando alguno gana (Greipel o Debuscherre), siempre se ve en la recta esperando a sus lanzadores para felicitarce mutuamente.

  4. Gracias a Fernando Gaviria, que motivó la búsqueda de artículos como éste y quedé gratamente sorprendido por las estrategias y técnicas para ganar etapas en tan pocos metros. En Colombia estábamos acostumbrados a ver solamente etapas con llegada en montaña y las planas las veíamos con desdén, hasta que apareció ésta nueva joya del sprint, el “misil” Gaviria y sí que cambiaron las cosas. Ahora nos vemos todas las etapas. Hoy Gaviria ha ganado su tercera etapa en el Giro y los colombianos tenemos más motivos para sentirnos orgullosos de nuestros ciclistas, pues todas las ganó al sprint. Siendo que es su primera carrera en una de las tres grandes tenemos grandes expectativas por lo que pueda hacer en el futuro tanto en el Tour como la Vuelta. Ojalá que cuando corra el Tour, gane en Paris y logre así su triunfo más prestigioso.

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