Análisis: La salida de Dani Moreno, el peor error de Katusha

Por @pmpalermo

Como es habitual por estas fechas, los equipos van perfilando sus plantillas para el año próximo y, por ello, el mercado de pases está en plenitud. En ese contexto, uno de los nombres más importantes que cambiará de aires en 2016 es el de Daniel Moreno, pedalista español que Katusha ha decidido no retener tras cinco excelentes campañas de relación.

Y, aunque no todo lo que brilla es oro y se desconocen los pormenores, la decisión del staff del conjunto ruso es, a entender de esta redacción, equivocada. Porque desarman una dupla letal que, por motivos de salud principalmente, no funcionó en plenitud en 2014/15, pero que siempre pone a los rivales en jaque.

Muchas veces no se aprecia el trabajo de Dani Moreno, un gregario fuerte que portaría galones en cualquier otro equipo. Su sola presencia alerta a los oponentes o los obliga a cazar si ataca, permitiendo a “Purito” un viaje en carroza hacia la definición, como sucedió en la pasada Lieja, por citar tan sólo un ejemplo.

Cortocircuitos y ¿malos resultados?

Si bien sólo los protagonistas saben la verdad en esta historia, las diferentes declaraciones de las partes han dejado entrever cortocircuitos con el modo de trabajo de José Azevedo y una baja en el contrato del atleta debido a los pobres resultados de 2014, como los principales motivos de su salida.

La bomba terminó de estallar en la previa del Tour de Francia, cuando Moreno fue dejado fuera de un nueve en el que se presumía fijo. “Para las personas que me aprecian, no corro el Tour. Mi estado de forma debe ser pésimo“, ironizó el madrileño en su cuenta de Twitter tras enterarse de la novedad, horas más tarde de ser segundo en las dos primeras etapas del Tour de Suiza.

“El contrato de Dani expira y no vamos a negociar con él. Hay muchas circunstancias diferentes, pero creo que Moreno tiene que probar suerte en otro lugar, si tiene la intención de continuar su carrera“, informó tajantemente el mánager de Katusha,  Viatcheslav Ekimov.

Seguramente que esas “circunstancias” no pasan por rejuvenecer la plantilla, porque los arribos de Taaramäe (28) y Van den Broeck (32) apuntan lo contrario, así como la permanencia de los talentosos Spilak (29) y Machado (29), inferiores a Moreno e incapaces de duplicar su labor.

Respecto al hombre aquí bajo la lupa, hay que marcar que su 2014 inició torcido por un tremendo accidente entrenando en Argentina, pero así y todo, no fue tan malo como se dice, porque no son muchos los integrantes del pelotón capaces de acabar en el top 10 en Omán, Tirreno, las tres clásicas de las Ardenas, sin olvidar que fue 2° en Burgos, 11° en la Vuelta y podio en pruebas italianas de fin de curso, como Milano Torino.

Claro que, comparado con su 2013, cuando se alzó con la Flecha, dos parciales de la Vuelta, llegó a vestir de rojo y concluyó 10°, cualquier otro resultado es pobre. Ni que hablar de 2012, curso en el que recolectó lauros tales como una etapa de la Vuelta a Andalucía, el Gran Premio Miguel Indurain, dos parciales del Critérium del Dauphiné, la Vuelta a Burgos (más 2 etapas) y el 5° en la general de la Vuelta a España.

En la campaña que llega a su fin, no se quedó atrás y, pese a que casi no venció, fue 6° en San Luis y GP Indurain, cumplió en las Ardenas (11°, 5° y 10° en Amstel, Flecha y Lieja respectivamente), 3° en Burgos con una etapa, 9° en la grande de su país y 2° en Lombardía.

Vital para Rodríguez

Vale la pena recordar que Dani está estrechamente ligado a casi todos los grandes logros de Joaquim y, pese a que algunos hablan de relación rota, con 34 años y sin contrato, es casi lógico que el madrileño haya buscado su brillo personal en la Vuelta, donde igualmente demostró su fidelidad en Andorra y en algunos momentos puntuales en los que Purito lo necesitó.

Además, es muy posible que haya destacado más de lo esperado porque su forma era impecable, como se apreció posteriormente en Il Lombardía, donde estuvo cerca de sumar un Monumento a su palmarés aprovechando la frescura de no haber participado en la Grande Bouclé y la motivación por asegurar su porvenir.

Ciertamente que, sin ser una estrella, Moreno es uno de los segundas espadas más fuertes del pelotón y Katusha comete un error garrafal al dejarlo ir. Podrá ser algo irregular, pero con la motivación conveniente, aún rinde, como se apreció recientemente.

Nadie le desea el mal a Rodríguez, pero 2016 será un duro test para él, sin el apoyo de su fiel escudero durante el último lustro, periodo en el que cosechó sus victorias y clasificaciones más relevantes. Por supuesto que el capo de la estructura rusa es un fuera de serie y se ha valido antes por su cuenta, pero, de 2010 hacia atrás, no era la estrella que es hoy y no recibía tanta atención, por lo que gozaba de algo más de libertad.

¿Qué será de su futuro?

Aún no hay certezas sobre el destino de Moreno, pero los rumores más firmes apuntan a que seguirá su carrera en Movistar, mejor equipo del mundo según los números, que de concretar la operación, reafirmará la valía del atleta, porque no cualquiera viste de azul.

Y ese sería el final idóneo a su periplo sobre la bici: miembro de un equipo español en el que tendrá la chance de seguir trabajando para un capo de iguales características y solidez como es Valverde, en una sociedad de la que hubo un anticipo en la “Clásica de las hojas muertas” del pasado domingo.

Con Quintana como la otra cara visible, Dani deberá vaciarse también en las rondas de tres semanas, resignando sus oportunidades de gloria, pero siempre le quedarán las pruebas italianas de otoño o fechas como Burgos, Andalucía y Asturias. Básicamente, mantendría un rol parecido al actual, como lugarteniente del murciano en las Ardenas o “plan B” en las grandes.

Por si sus estadísticas no fueran suficientes, él mismo se encargó de publicitarse. “Soy un corredor que va bien en todos los terrenos, tanto en clásicas como en grandes vueltas, y que puede ayudar al jefe de filas. Pienso que soy muy completo. Siempre me ha gustado tener mis oportunidades, sobre todo en las clásicas, para demostrar lo que valgo, pero también me dejo la piel para ayudar a un líder hasta el último momento, y creo que siempre lo he hecho bien. Por eso creo que valgo para cualquier situación”.

Conclusiones

La partida de Dani Moreno no es por su nivel físico o edad, porque quedó en evidencia su vigencia en la Vuelta, donde anduvo tanto o más que Rodríguez, así como en el Mundial y en Lombardía, o en los fichajes realizados por Ekimov y el hecho de sostener un jefe de filas de 36 años como es el catalán.

Como dijimos, desarmar la dupla española de Katusha es un error, porque dicho equipo ha perdido una ventaja que no tiene igual en el resto del pelotón, especialmente en clásicas. El tándem Rodríguez-Moreno fue capaz, durante cinco gloriosos años, de acumular dos dianas en la Flecha, otras tantas en Lombardía y en el Giro, 11 en la Vuelta, 11 top 10 en la general de grandes vueltas (4 podios de Purito) y una decena de posiciones de avanzada adicionales en citas como San Sebastián, Mundial, Piemonte, Milano Torino, Lieja y Amstel.

Obviamente, Rodríguez sumó la gran mayoría de esos premios y hasta venció por duplicado el UCI World Tour, pero casi sin excepción, gozó de una incansable y efectiva labor por parte de su colega, atleta de cualidades similares que secó ofensivas rivales, atacó él mismo para forzar al resto a perseguir y tiró de su líder en los puertos de las nueve grandes que compartieron.

Dani Moreno es un todoterreno, un camaleón de 59 kilogramos con capacidad de ser el gregario ideal o el jefe alternativo. Por eso, su contratación será un paso al frente para cualquier formación que se decida a incorporarlo y, claro está, un retroceso para Katusha, que lo despidió sin darle las gracias.

Pablo Martín Palermo

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