Comparativa:Nibali vs Froome

Por @pmpalermo

El Tour de Francia es la carrera más importante del mundo ciclístico y es inevitable que ya surjan conjeturas en torno a ella, sobre todo si los mejores pedalistas del momento enfocan su temporada entera en dicha competencia.

Hecha la aclaración, y con permiso de Valverde, Contador y demás favoritos, es claro que por presente, características y proyección, la Grande Bouclé parece cosa de dos: Vicenzo Nibali y Chris Froome.

Así lo expresaron ellos mismos tras la presentación del recorrido, sobre todo desde el entorno de SKY, y por ello hoy están bajo la lupa de Ciclismo Internacional, que expondrá defectos y virtudes de cada uno en una comparativa que puede anticipar un poco lo que sucederá en julio de 2014.

Escalada: Con dos estilos diferentes, los dos son sumamente buenos a la hora de subir, con el británico en una postura más conservadora, fiel al estilo SKY, controlando cada movimiento con su potenciómetro y sin gastar un ápice de más. A la inversa, Nibali es mucho más tradicional y aporta al espectáculo, subiendo parado en más de una ocasión. Según lo visto en 2013, Froome fue capaz de descolgar rivales y responder ataques sentado y con una gran cadencia excepto en los días finales del Tour, cuando Nairo Quintana lo dejó tirado en un par de ocasiones. El italiano en cambio, fue demoledor de principio a fin en el Giro, y estuvo con los mejores en la Vuelta, cediendo poco en las postrimerías de la misma y atacando hasta vaciarse en el Angliru.

Sus métodos son diferentes pero sumamente efectivos, por lo que no hay una superioridad clara de ninguno en este apartado y probablemente se disputarán la general en base a otra cualidad física.

Contra reloj: los avances de Nibali sobre la cabra a lo largo de los años han sido notorios, hasta llegar en 2013 a tener prestaciones sobresalientes puesto que finalizó 4º en la crono larga del Giro y logró la misma ubicación en la de la Vuelta. Sin ir más lejos, en 2012 perdió más de 2´con respecto a Froome en la cronometrada del Tour y aunque según lo visto esta temporada, las diferencias parecen haberse estrechado, el dominio del nacido en Kenia es indudable. Quedó a la vista en julio pasado, cuando se dedicó a controlar en las montañas y liquidó a sus rivales en la especialidad, terminando 2º a 12´´ de una locomotora como Tony Martin en la primera, y quedándose con la segunda, aunque con un margen menor.

En esta oportunidad, la balanza se inclina en favor del hombre de SKY, quién se jugará muchas de sus chances de repetir en la ronda gala el 26 de julio, en el 20º parcial de 54 kilómetros entre Bergerac y Perigueux, única jornada contra el crono de la 101º edición de la prueba.

Carácter: es obvio que cualquier gran campeón es dueño de determinadas cualidades psicológicas indispensables para sobrellevar la presión, impartir órdenes, revertir momentos críticos o mantener la calma pese a estar a 180 pulsaciones. Pero hilando fino, la sangre italiana del líder de Astaná parece jugar a favor de su causa, ya que lejos de los movimientos calculados al milímetro de su oponente, Nibali corre con más pasión y garra, y no duda a la hora de atacar, sea en subida, bajada o con lluvia, como ya le demostró a Froome en la Tirreno Adriático pasada, cuando le arrebató la general gracias a un golpe maestro en condiciones climáticas adversas.

En este sentido, el “Tiburón del Estrecho” tiene más coraje y es claramente superior a un eximio atleta como el de SKY, que se apoya mucho en sus aptitudes físicas pero no en las mentales, algo que frente a situaciones extremas, puede quebrar la paridad.

Descensos: Pocos ciclistas poseen el talento para bajar que tiene Vincenzo Nibali, por lo que lamentablemente para Froome, no hay mucho en discusión en este caso y si el italiano se lanza cuesta abajo con decisión, difícilmente pueda seguirlo. Es que ya demostró en más de una oportunidad sus dotes y valentía para bajar, trazando las curvas con seguridad aún bajo la lluvia y la mejor prueba de ello se vio en la Tirreno durante el resbaloso descenso el día que Sagan ganó en  Porto Sant’Elpidio.

Una vez más, no hay punto de comparación entre nuestros dos capitanes, por lo que el italiano tiene un arma que puede ser letal si se utiliza correctamente, y aunque este hecho podría darse en cualquier punto, siempre es mejor cuando se llega en plena bajada, sin terreno para recuperar y en ese sentido la jornada 17º con arribo a Bagnéres de Luchon termina con 22 kilómetros de complicado descenso desde el Port de Bales.

Equipo: tanto Astaná como SKY poseen bloques potentes capaces de lo mejor a la hora de arropar a sus jefes de fila, con individualidades que bien podrían encabezar otras estructuras como Fuglsang o Scarponi por los de Nibali o Porte y Wiggins para Froome. Y es justamente esa la diferencia entre ambos bloques, ya que la unidad de cada uno será clave. Mientras que los kazajos no parecen tener problemas de jerarquía y todos saben cuál es su rol dentro del equipo, en SKY se han sucedido los inconvenientes, comenzando por el mismo Froome, quién se reveló a la autoridad durante la Grande Bouclé 2012 y por poco boicotea las opciones de Wiggo. Si bien esos problemas parecen cosa del pasado, Richie Porte ya dejó en claro que piensa en ser líder y marcharse del conjunto inglés, en una muestra clara del individualismo reinante. Se antoja difícil que el australiano rinda del mismo modo si, con dos años de contrato por delante, ya piensa en su salida.

Si la medición entre equipos fuera lineal, habría un empate técnico debido a la gran cantidad de estrellas en uno y otro bando, pero las relaciones humanas son factor y Astaná parece un bloque más unido.

Adoquines: Una de las mayores novedades de la próxima ronda gala fue la inclusión de un parcial adoquinado que hizo relamer a los clasicómanos y temblar a los escaladores ya que si bien nadie ganará la prueba ese día, sí pueden perderla. El antecedente más claro en ese sentido fue durante el edición de 2010, ocasión en la que Frank Schleck quedó fuera de juego en la jornada disputada entre Wanze y Arenberg Porte du Hainaut sobre 207 kilómetros, tras sufrir una lesión en la clavícula como consecuencia de una fuerte caída en el tramo adoquinado de Sars-y-Rosieres. Ese mismo día y a modo de ejemplo, Lance Armstrong perdió más de 2´ debido a un inoportuno pinchazo y comenzó a despedirse de la lucha por la general.

Mención histórica aparte, es evidente que un simple tramo adoquinado puede hacer mucho daño y por ello, se habla de que los favoritos disputarían el Tour de Flandes a modo de entrenamiento. Ninguno de nuestros dos protagonistas es experto en estas lides y la suerte será un factor, por lo que nadie tiene las de ganar esta vez.

Clima: una vez más la paridad entre dos fuera de clase como los que hoy se analizan es indudable, y en lo que al clima refiere no hay excepción ya que todos soportan los mismos inconvenientes meteorológicos. La única salvedad es la desenvoltura con la que el italiano se maneja bajo la lluvia y con frío, estados en los que es mejor que el británico, aunque también es cierto que no es habitual que diluvie o bajen las temperaturas durante la ronda gala, disputada en pleno verano europeo, por lo que casi seguro no será una ventaja.

Experiencia:  Por edad y currículum Nibali aventaja a Froome, ya que el primero acumula 11 grandes, de las cuales ganó dos, pero el oriundo de Kenia ya tiene un Tour, con todo lo que ello implica. Las vivencias son importantes y ayudan a sobrellevar situaciones de una mejor manera, pero de todos modos, a la hora de dar pedales y si están en forma, difícilmente este apartado defina algo. A modo de ejemplo está Nairo Quintana, segundo en su primera participación y con 23 años, por lo que poco más se puede conjeturar al respecto o determinar una ventaja en algún sentido.

Terminada la comparación, en base a todos estos factores y al recorrido, la elección de Ciclismo Internacional para el Tour 2014 es Vincenzo Nibali, quién dejó una frase que lo pinta en cuerpo y alma y que puede ser la clave cuando dentro uno meses se ponga en marcha la competencia: “El SRM te ayuda a entrenar y a prepararte pero esos números no significan nada en carrera“.

Ese valiente modo de pensar, una escuadra potente a la que se sumó Scarponi y el bagaje que le dan 11 grandes vueltas (todas terminadas: ocho en el top ten, seis en el podio y dos ganadas) hacen del “Tiburón” Nibali el gran candidato para el Tour en el que, por cierto, ya estaba enfocado antes de conocer el itinerario puesto que se trata de la única grande que le falta y que de cumplir con los pronósticos, sumará a su ya ilustre palmarés.

Pablo Martín Palermo