EF Education First halla una tabla de salvación para su crisis financiera

Por Oscar Trujillo Marín

1500 millones de dólares nunca vienen mal. Sobre todo cuando uno anda con el agua al cuello. La empresa Education First, que pone el dinero actualmente para que su proyecto homónimo en la élite del ciclismo sea posible, tras pasar este año la peor crisis financiera desde su fundación, ha conseguido una tabla de salvación renunciando a parte de sus acciones.

Tras sufrir la suspensión o ralentización a mínimos de prácticamente la mayoría de sus actividades como consecuencia del impacto mundial del coronavirus (viajes para intercambio cultural y aprendizaje de idiomas, cierre de academias por confinamientos, y retiro de estudiantes por la crisis económica) la compañía pudo encontrar un fondo de inversión de capital de riesgo que se interesara por una importante parte de sus acciones focalizadas en el colosal mercado de indonesia y China.

El dinero lo ha puesto el fondo Permira el cual esperó pacientemente desde el principio del la crisis cuando EF Education First llegó a pedir 2000 millones de dólares por la misma parte de su negocio, logrando cerrar el trato casi 5 meses después por 500 menos.

Aún así, es una importante inyección de capital para la empresa de presencia global que en particular tiene 288 escuelas en China y 79 en indonesia. Con casi 1800 millones de personas como potencial mercado entre los dos países ávidas de aprender inglés, francés, alemán etc., una vez pase esta recesión sin duda es un buen negocio para invertir. Por primera vez en su historia, la hasta este año exitosa y próspera compañía tiene que renunciar a una parte de sus activos en favor de terceros. Bien por ellos, por sus empleados y bien por el ciclismo, que al fin y al cabo es lo que nos interesa en este espacio.

Grandes corredores como Bettiol, Carthy, Van Garderen, Woods, Vanmarcke, etc., y los latinoamericanos Caicedo, Higuita, Martínez y Urán entre otros, aparte de la natural zozobra e incertidumbre por el parón y la pandemia, se mantuvieron en vilo por la mala situación económica de su patrocinador que hacía peligrar su continuidad de cara al año entrante. Al menos, ahora todos pueden estar un poco más tranquilos.

Oscar Trujillo Marín

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