El Tour de Flandes recortado y sin el Kapelmuur
Por Oscar Trujillo Marín
A petición de los ciclistas (es lo que dice la organización) se reduce en casi 30 km el Tour de Flandes: pasa de 268 a 240. También se elimina el mítico muro adoquinado el Kapelmuur que se sitúa siempre en esos últimos km definitivos y suele marcar una importante selección de cara a la victoria. Esta edición será una prueba de gran fondo, pero carente del mismo en comparación con su historia.
Se ve que los corredores que pasarán casi 5 meses sin competir, la mayoría con dos meses en casa y otros tres entrenando (demasiados sin haber sufrido siquiera confinamiento) que como mucho tendrán 4 o 5 objetivos, entre ellos solo una gran vuelta y las otras pruebas de un día y alguna de cinco etapas, solicitaron que revisaran las carreras para favorecer el “descanso y la recuperación” después de una pretemporada de casi medio año descansando.
Tendría gracia y sería entendible que lo hicieran si fuesen todos y cada uno de los corredores a competir en la totalidad de las pruebas comprimidas durante tres meses. Pero revisando sus calendarios, todos los corredores importantes, sin excepción, tienen como mucho una gran vuelta, una carrera de 5 días y un puñado de pruebas de un día como objetivos a las cuales la mayoría irá de preparación, precisamente para esa gran vuelta.
Incluso los clasicómanos natos no tienen más de media docena de competencias de una sola jornada en tres meses. No parece un cronograma muy recargado teniendo en cuenta que en cualquier primavera y verano se meten entre pecho y espalda dos vueltas de una semana una decena de clásicas y una gran vuelta. Más lo que corren después de julio, claro porque la temporada no acaba allí.
Ante este inusual panorama, y considerando que la moda impuesta en grandes vueltas son etapas cada vez más cortas, en el Tour no son de extrañar en estos tiempos fracciones de 100, 80 y hasta 60 km, la organización de las cuatro grandes clásicas belgas declaró en comunicado oficial: “Queremos brindar a los equipos y a los corredores la oportunidad suficiente de descansar entre las carreras que se sucederán en octubre de forma consecutiva limitada en la distancia total de Brabantse Pijl (10 de octubre), Gent-Wevelgem (11 de octubre), Scheldeprijs (14 de octubre) y el Tour de Flandes” de esta forma se justificaron los organizadores.
Como si el mismo ciclista las fuera correr todas, cuando muchas incluso se solapan con otras carreras, y está claro que las grandes figuras que hagan el Tour -salvo algunos clasicómanos de élite y sus gregarios-, habrán salvado la temporada y no les interesará ni les exigirán nada más. Para entonces, en un año solo habrán corrido un par de clásicas y una vuelta de una semana antes del Tour como mucho. Nada, todo que sea en aras de la recuperación.
Versión muy altruista y considerada con unos deportistas descansados hasta el hastío, si no hubiera sido por que el alcalde de la localidad Geraardsbergen, a la que pertenece este tramo declaró a los medios belgas (Sporza entre ellos) que la motivación es otra. “Una falacia”, dice el alcalde Guido De Padt. “Este es un juego de poder en el que el dinero juega un papel importante”. Según él, los sentimientos revanchistas son la base de esta decisión. “Geraardsbergen no quiere pagar una “tarifa” por el paso del Tour de Flandes a los organizadores y tememos que ahora vamos a ser juzgados por esto”, dijo De Padt.
Quizás no esté de más recordar que tiene tanto significado para los aficionados belgas el paso por este muro, que el gobierno nacional le invirtió 1.3 millones de euros en 2004 únicamente para restaurar esos míticos 1000 metros adoquinados al 8.2 por ciento. Es algo así como suprimir el Civiglio de Lombardía, o el Muro de Huy, en la Flecha Valona, no es que no se pueda hacer, es que pierde buena parte de su esencia y dureza que las ha hecho distintas: leyendas y monumentos.
Los organizadores tienen todo el derecho del mundo a cobrar por el paso (así sea intermedio) de sus carreras. Lo que no hace falta es que mientan y enarbolen una bandera humanitaria. Si les interesara el espectáculo siendo el muro un reclamo fetiche de la carrera desde 1950, le hubiesen podido recortar en un tramo inicial rural sin mayores traumatismos. ¿Por qué le llaman consideración a lo que solo es avaricia?
Oscar Trujillo Marín
¿Te gusta lo que hacemos? seguínos en Instagram y Twitter
Sumate en facebook: Ciclismo Internacional
Copyright © 2012-2020 Ciclismo Internacional. All Rights Reserved
Vivimos en el tiempo de los eufemismos y los engaños infantiles. Dumoulin renunció al MPCC porque se corrió la París Niza, no por el consumo de cetonas en su nuevo equipo… Jajajaja. Y así sucede en todas las esferas de la vida política, sobre todo en nuestro país. Ya dependiendo de dónde se haya nacido un crimen puede no serlo, se puede convertir en una tragedia familiar
Ese muro es muy hermoso y muy definitivo, pero en un año en que deben lucirse los piedreros en cada clásica que corran, veremos una batalla brutal entre los consagrados veteranos: Gilbert, GVA, Stybar, Terpstra, Kristoff, Sagan, Degenkolb, Vanmarcke, Trentin… vs los jóvenes que llegaron para quedarse: Naesen, MVDP, WVA, Bettiol, Politt, Soren, Asgreen, Teunissen, Pedersen, Senechal, Benoot, Lampaert, Van Baarle, Moscon, Stuyven.. vs los que están animados a desbancar a todos, con su escudo de juventud: Simmonds, Pidcok, Jacobs, Dewulf, Vanderberg, Ganna….
La carrera la hacen los corredores y, afortunadamente, hay muchos inconformistas que saben que pocos equipos pueden estar con sus escuadras ideales y dinamitarán la carrera.
Ya no es Flandes, es una etapa en línea donde todo se puede definir en un sprint masivo.
A mi me queda una duda. Esto a quien beneficia: ¿a los que estuvieron entrenando estos tres meses, es decir, a los que no tuvieron que hacer la cuarentena o beneficia a los estuvieron encerrados y solo tuvieron los rodillos, por ende, no tienen todo el fondo de los primeros y llegan justos de forma? Veremos que pasa con los jóvenes que si pudieron entrenar en carretera durante la pandemia, los jóvenes que no lo puieron hacer, los veteranos que pudieron entrenar, los que no lo pudieron hacer…
18 de octubre, ya todos están iguales… pero muchos piedreros llegarán cero resultados con Flandes y Roubaix para salvar el año… por eso pienso que el espectáculo estará garantizado…
Arturo, igual no van a estar. Si eso fuera cierto, si con tres meses se tuviera la forma plena, la mayoría de los grandes campeones (o sl menos los que ganan) no empezaban a preparar la temporada desde noviembre del año anterior. Si fuera así, dejaban la bici y solo en enero volvían a tomarla. No por algo, hombres como Froome, Bernal, Roglic hacen supercabalgatas en diciembre cuando estan preparando un Tour que se va a correr en 6 o 7 meses después.
O en que que parte me perdí?
Con este cambio parece que ahora está clásica la ganará algún velocista, porque puede llegar un pelotón numeroso.
El problema es que el año pasado el alcalde de la localidad Geraardsbergen, con la subida a la capilla ya se quejó el año pasado, porque la carrera pasaba a 100 kms. de meta y no estaba dispuesto a poner dinero, así que éste año se tendrá que decidir la carrera en el Viejo Kwaremont y Paterberg .
Una carrera como ésta es muy difícil que haya sprint, pues los distintos muros se pasan varias veces, y los citados se pasan por última vez a 16.7 y 13.2 de meta, que para entonces ya estará rota la carrera.
Un gran articulo Oscar , esclarecedor de los diversos intereses que falsean un tanto la autenticidad de estos monumentos , Para la Milán -Turin , ( la clásica más antigua ) tambien creo que modifican la llegada , quitan la llegada en la basílica de Superga ( famosa tambien por haberse estrellado el equipo de Fútbol del Torino , el mejor de los años 40 ), sustituida por una llegada plana , con la excusa de que sirva de preparación para la Milán -San Remo , en fin , esperemos que todas estas modas pasen pronto y la ” Normalidad ” , llegue tambien a nuestro deporte , un saludo cordial