Giro de Italia 2016: Conclusiones tras el paso por Holanda

Por @pmpalermo

Ya no quedan dudas de la enorme repercusión que tiene el inicio de las grandes vueltas en países extranjeros, y el Giro acaba de repetir la fórmula del éxito que tanto rédito le dio en Irlanda 2014 o al Tour en Yorkshire esa misma campaña.

Curiosamente, y al igual que en el fin de semana que dejamos atrás, fue Marcel Kittel el gran protagonista esa temporada, con dos dianas en Dublin y Belfast y otras tantas en York. Pero, estadísticas al margen, el periplo holandés dejó varias apreciaciones que compartimos a continuación:

*El público se vuelca con la carrera: quizás suena extraño resaltar esto en un país con más bicicletas que habitantes, pero hasta que los hechos no se consuman nadie tiene garantizado el éxito, y la organización ya respira aliviada tras conseguir uno rotundo.

“La gente está muy feliz con la carrera. Este país es de bicicletas, las carreteras están abarrotadas y yo me siento feliz de ser protagonista”, dijo Tom Dumoulin, estandarte del ciclismo holandés, que consiguió la victoria en la apertura de la carrera.

Y es cierto que el fin de semana fue feliz para los tulipanes, que colmaron los caminos, añadiendo un color maravilloso, con gritos ensordecedores -el propio Roglic afirmó que no escuchaba a su director por el pinganillo durante la crono- y miles de globos rosados, que dieron un marco impactante pocas veces visto en otros eventos.

Por ello, todas las partes salieron ganando. El gobierno local, que invirtió 11 millones de euros y seguramente multiplicó el retorno, y la organización, que volvió a apostar por una salida foránea de gran magnitud, exportando su producto y poniéndolo en boca del mundo luego de algunas crisis financieras que amenazaron con la venta del mismo.

Quizás, la frase de Rory Sutherland (Movistar), resuma el pensamiento general sobre la salida en Holanda. “Toda la gente que ha venido a vernos a las carreteras demuestra lo mucho que se aprecia el ciclismo y la bicicleta en este país. Es fantástico que el Giro haya venido aquí, y le agradezco a la gente que lo ha hecho posible”.

*LottoNL protagonista en casa: pese a tratarse de un inicio con dos claros favoritos (Dumoulin en la crono y Kittel en los sprints), los hombres del LottoNL Jumbo salieron a brillar frente a su gente, y realmente lo lograron.

En la jornada de apertura, Hofland fue el primero en marcar un tiempo a vencer y luego Roglič provocó un susto de infarto a los organizadores, que volvieron a respirar cuando el crono favoreció a Dumoulin por 22 milésimas.

Los días posteriores también contaron con los tulipanes en primera plana. Maarten Tjallingii se fugó las dos etapas en línea y ya marcha 2° en la clasificación por puntos, con 80 unidades, contra las 106 de Kittel. Además, sin disponer de un tren poderoso, Hofland se mezcló en los embalajes y clasificó 4° y 7° frente a gente de gran entidad.

Importantes prestaciones para una de las estructuras más modestas del World Tour, que sin grandes nombres, se las ingenió para mostrar los patrocinadores al mundo. La nota negativa fue la caída de Roglič, quien pasó del 2° escalón en la general a estar a 7:48, cuando amenazaba con ser un invitado molesto para los favoritos hasta la llegada de la montaña verdadera.

*Geniez y Chaves maravillan en la crono: como era de esperar, la fracción inaugural tendría dos batallas, una por la etapa y otra entre los gallos de la general. Mientras Dumoulin cumplía los pronósticos agónicamente, los gallos tomaban la salida y dos de ellos sorprendían a propios y extraños.

Se trata de los pequeños Geniez y Chaves, quienes lejos de perder tiempo, fueron los jefes de fila mejor ubicados por detrás de Nibali y con Valverde en medio. Los escaladores de FDJ y Orica, respectivamente, relegaron a gente de la talla de Urán, Hesjedal o Zakarin, en el pasado, contrarrelojistas de excepción.

Esto no sólo marca la condición física en la que arribaron Geniez y Chaves, sino una progresión impresionante en la especialidad. En el caso del galo, tras lo visto con su compañero Thibaut Pinot, no sorprende tanto, mientras que el colombiano es la antitésis del contrarrelojista, puesto que pesa apenas 55kg.

Nada como iniciar una grande con un “éxito” en terreno adverso, aunque lamentablemente para Geniez, una caída le quitó lo ganado y ya viaja relegado en la general. No así el “Chavito”, que contó con más suerte pero también la ayudó, rodando en posiciones frontales del pelotón.

*Urán bien arropado por Cannondale: y hablando de mantenerse bien ubicado, Rigoberto Urán recibió una protección ideal por parte de sus gregarios, quienes mostraron el verde de la escuadra en el frente del mayoritario durante gran parte de la peligrosa etapa 3.

Gracias a ello, el de Urrao superó sin percances los peligrosos cortes formados camino a Arnhem, trabajando a la perfección y evitando pérdidas innecesarias que le costaron un disgusto a más de uno o, sin ir más lejos, el título del Tour 2015 a Nairo Quintana.

Por eso, pueden sacarse dos conclusiones respecto a lo hecho por Cannondale (y también otros equipos como Movistar) en la etapa 3. La primera, que las carreras se ganan en los puertos y la crono, pero se pueden perder en el llano y por caídas o abanicos.

La segunda, que Urán cambió de equipo para contar con más gregarios en la montaña, pero también, que ya se siente su voz de mando dentro de la estructura de Vaughters, que no se ha caracterizado en el pasado por proteger a Dan Martin y compañía como hicieron en Holanda durante el fin de semana.

El Giro se presenta favorable al colombiano, ávido de revancha tras su debacle por enfermedad en la edición pasada.

*Kittel, en otra liga. ¿Peligran los sprints?: poco resta decir sobre Marcel Kittel a esta altura de su carrera, pero así y todo, merece un halago por la humillación a la que sometió a sus rivales en Holanda, donde se llevó los dos sprints por varias bicicletas de ventaja.

Su tren, también el más sólido en carrera, lo ayudó a viajar bien ubicado y a superar los abanicos de la etapa 3, en los que dicho sea de paso, nunca ha destacado. Incluso, allí se llevó el triunfo a pesar de haber perdido la rueda de su lanzador, algo prácticamente imposible en condiciones de igualdad.

Kittel está en forma y el resto poco tiene para presentarle oposición, por lo que tendrán que apelar a otras tácticas para evitar la hegemonía de Etixx. Por ejemplo, ensuciar las volatas y desestabilizar el tren azul o, por contrapartida, no colaborar en las cacerías, garantizando el desgaste de los belgas y/o el suceso de las escapadas.

Si nada cambia, Kittel se llevará todos los embalajes en las primeras dos semanas o, peor aún, no habrá más llegadas masivas.

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Pablo Martín Palermo

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