Jaime Hernández, las dos caras del ciclismo – Ciclismo Internacional

Jaime Hernández, las dos caras del ciclismo

Por @pmpalermo

Sabido es que el espectáculo lo brindan los protagonistas, que son los que a la larga se pasan seis horas sobre una bicicleta, sufriendo las inclemencias del clima, caídas, pinchaduras y demás, para que sólo uno levante los brazos en meta.

Pero para que estos gladiadores del deporte logren disputar y sobrellevar tanto castigo, un grupo de gente se mueve en la sombra por detrás de ellos, trabajando a destajo con el único fin de que los ciclistas sólo pedaleen.jaime1

El grupo de héroes anónimos es el que conforman mecánicos, masajistas o fisioterapeutas y justamente uno de estos últimos dialogó en exclusiva con Ciclismo Internacional, interesado en contar la otra cara del ciclismo, esa que permite a los atletas descansar, subir a la bici y recuperar.

La particularidad en este caso es que el entrevistado es Jaime Hernández, ex corredor profesional en el Festina, entre otros, y ganador de una medalla de bronce en el campeonato nacional contra reloj de 1996.

El hecho de haber estado de los dos lados convierte a Hernández en el personaje idóneo para relatar la sacrificada vida que lleva un auxiliar y lo poco reconocidos que son dada su vital importancia, pero también para opinar un poco del ciclismo actual.

Miembro del staff de Katusha en San Luis, el encargado de cuidar las piernas de Purito Rodríguez se prestó amablemente a la charla que puedes disfrutar a continuación:

¿Cómo terminaste de fisioterapeuta?

Corría en bici, fui profesional, pero antes estudié en la Universidad. Mi ilusión era el ciclismo, conseguí ser profesional y luego me dediqué a la fisioterapia. Al principio no era deportiva, pero entre los contactos que tenía y los ciclistas que venían me volví a meter en este mundo y acabé aquí, en Katusha.

¿Cómo es un día habitual de un fisioterapeuta?

Es muy diferente, la gente piensa que sólo es masaje y no esto no tiene nada que ver a la fisioterapia normal, que sirve para recuperación de accidentes laborales o neurológicos, es otro mundo. El día normal empieza temprano, preparas todo lo que usarán en carrera, agua, avituallamientos, los traslados, que incluyen muchas cosas porque no es lo mismo si es lejos o cerca de la meta, y por ello debes preparar comida para el camino al hotel. Luego bajan los corredores a desayunar y uno se queda atento a ellos mientras el resto preparan los coches. Después sales del hotel, pendiente de que no les falte nada y se inicia la carrera. En competencia se va primero a la zona de avituallamiento y luego a meta, el traslado y ahí comenzamos con los masajes. Una vez terminado se junta todo, porque por lo general hay cambio de hotel, ducha, cena y a preparar un nuevo día.

¿Los corredores reconocen todo ese trabajo?

Normalmente son muy agradecidos. Yo estuve de los dos lados, los protagonistas del circo son los ciclistas, los que sufren son ellos. Pero el trabajo del personal detrás queda un poco anónimo y quizás debería conocerse un poco más.

¿Cómo es estar todo el año fuera de casa?

Estar 200 días al año viajando es mi pasión, pero es duro. Mi familia lo debe sentir más. Y eso que yo tengo la suerte de estar con gente ganadora, porque hay momentos críticvos, cuando los resultados no llegan, las cosas no salen y hay mucha tensión y eso lo hace duro.

¿Cómo es el funcionamiento estructural de un equipo World Tour?

Hay una base logística, la de Katusha es en Italia. Allí están los vehículos y las bicicletas y gente que no va a las carreras y que se encarga de movilizar a todo el personal, programar calendarios, corregir los vuelos si hay caídas. Luego están los mecánicos, que mantienen las bicis al 110%, los directores deportivos que coordinan a los atletas que estarán con ellos y están al tanto de todo, ya sea los desarrollos que utilizarán o el estado de forma y objetivos de cada uno. Y luego estamos los fisios, encargados de que no falte nada.

Jaime, el ciclista:

¿Cambió mucho el ciclismo de tu época a la de ahora?jaime

Era un época diferente, un ciclismo con más espíritu de sacrificio, hambre. Los jóvenes han cambiado. Ahora echo en falta esas generaciones espontáneas que daban guerra a los veteranos. La última es quizás la de Dani Moreno.

¿Por qué se critica tanto a esta generación que siempre gana o roza el triunfo?

El que critica ahora a estos corredores seguro los va a extrañar. Llevan casi una década en la cima y desde sus inicios ya estaban ganando. Quizás lo jóvenes no se sacrifican tanto y para mí por eso los veteranos están tan vigentes.

Corriste en Festina y viste grandes ciclistas, ¿cuál te marcó?

El corredor más grande o el más luchador que vi fue Richard Virenque. Físicamente no era impresionante, pero se sobreponía a la adversidad; llegábamos de noche al hotel reventados y él ya estaba planificando dónde iba a atacar al día siguiente. Aunque no estuviera en forma atacaba, por más que después llegara a media hora.

Pero ahora está todo muy controlado…

Antes también estaba todo calculado. Había radios, coches delante del pelotón. Simplemente estaba en los planes que pudiera perder ese tiempo. A principio de temporada él prefería entrenar bien con un ataque, no se conformaba con entrar en el pelotón rodando solamente.

Hablando de entrenar, a eso vino Katusha a la Argentina..

Katusha estuvo en Argentina para entrenar, aprovechando el calor. Hicieron grandes fondos porque luego en Europa hay frío o nieve y no se puede salir.

¿Puede mejorar Purito a su edad?

Purito todavía tiene margen de progreso. El tema pasa por la motivación, cambiar los planes de entrenamiento, hallar nuevos estímulos. Cada año se cometen errores y si los corriges ya has mejorado. El ciclismo es entrenar y cuidarse, pero el entrenamiento invisible es la clave.

¿Te arrepientes de algo de tu etapa como corredor?

Sí, hubiera echo muchas cosas de otro modo. Cuidarme, entrenar y exigirme mucho más. No sé si hubiera ganado más, pero mi consejo a los jóvenes es que si llegan al profesionalismo es que no se queden con remordimientos por no haberlo entregado todo porque no van a poder volver.

¿Hay algún momento que te haya marcado en toda una vida dentro del ciclismo?

Un momento muy importante fue el segundo lugar de Purito en el Giro y luego el del último Mundial. Yo creía que lo ganaba. Fue una pena porque las oportunidades pasan y es muy difícil que vuelvan.

Lloró mucho en el podio, ¿estuvo mal mucho tiempo?

Estuvo muy mal un día, pero luego ya estaba pensando en Lombardía y ya se vio como lo ganó.

Mucha gente lo critica porque sube siempre al podio en las grandes pero no gana…

La gente que dice eso seguro querría cambiarle el palmarés. Está entrenando a tope en San Luis, disputará las Clásicas y luego Lombardía a fin de año, hoy en día casi nadie consigue eso.

Pablo Martín Palermo

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