Juanmi Mercado: de ganar en el Tour de Francia a ser un criminal
Por Oscar Trujillo Marín
La Operación Zaletasuna, ha sido una actuación policial contra la delincuencia que ha adelantado la Guardia Civil en la provincia de Granada, España. Hasta ahí poco importaría en materia ciclística tal rutinaria noticia de crónica gangsteril, al margen de los castigados y atemorizados habitantes de la zona.
Pero si entre la banda de criminales desmantelada decimos que estaba un ganador de etapas en el Tour de Francia y la Vuelta a España la cosa cambia.
Juan Miguel Mercado nació en Armilla Granada en julio de 1978 fue profesional entre 1998 y 2007. Militó en Seguros Vitalicio, Quick Step, IBanesto.com y Agritubel. Fue 5° en la Vuelta a España 2001, ganó una Vuelta a Austria, otra a Asturias, Semana Catalana, Burgos; y etapas en Dauphiné Libere, Giro del Trentino, Vuelta a España y dos parciales en el Tour de Francia. Un palmarés con el que ni un 10 por ciento del pelotón puede lograr jamás. No fue propiamente un ciclista del montón.
Por reveses o malas elecciones, vaya uno a saber, que tiene la vida tras su retiro, la carrera de Mercado ha tomado un rumbo perturbador. La declaración de la guardia civil granadina lo explica mejor: «Los implicados, se habían especializado sobre todo en robos en comercios, forzaban las puertas para entrar en los establecimientos o domicilios que asaltaban. Sin embargo, si no lo lograban, hacían un butrón en alguna pared del establecimiento para así poder acceder a su interior».
El ex ciclista, junto a sus compañeros de banda (dos hombres y una mujer también implicados) tenían azotada la provincia de Granada, al menos desde finales del año 2019, habiendo cometido en menos de cuatro meses una docena de incursiones nocturnas en diversos negocios desde bares, panaderías tiendas de informática, viviendas y almacenes especializados en bicicletas y ropa deportiva. El monto de los robos asciende a más de 120 mil euros tan solo desde diciembre pasado que es cuando empezaron a seguirles los pasos.
Mercado, con todas las pruebas en su contra producto de un seguimiento riguroso y evidencias que ha acumulado el cuerpo policial, se encuentra ahora mismo a la espera de que sea definida su situación judicial.
Los deportistas de élite, al margen de su “disfraz” de competición que a veces los hace ver como super héroes, no dejan de ser limitados seres humanos sujetos a esa dualidad de luz y oscuridad con la que todos convivimos. A veces eligen y lo hacen mal. Las motivaciones de Juan Miguel quizás nunca las sabremos.
Triste regreso a las portadas de la prensa ciclística mundial para un tipo que mientras corría lo hacía con enorme alegría y pundonor; y que a pesar de no destacar mucho en ningún terreno a punta de agresividad y constancia logró atesorar un palmarés destacado, envidiable para la gran mayoría de corredores.
Oscar Trujillo Marín
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El que es pillo y es pillo y por más gloria que tenga, si desde sus inicios anda mal acompañado pues tarde o temprano se verán los resultados.
No somos ajenos a esta situación, muchos artistas, futbolistas y, tristemente, algunos ciclistas y ex ciclistas, andan enrolados con mafiosos. Seguramente en algún momento, alguien dirá “que pena con esa figura, desconocemos las motivaciones que los llevo a dar pasos equivocados y terminar donde terminó”
Supongo que unos caerán por unas razones y no serán las mismas para todos. No me hace ilusión meter el dedo en la llaga en su caso, no tengo suficiente información acerca de él y su vida desde hace 12 años que se retiró. Quizás usted si le conozca mejor. Solo me limito a escribir la noticia en su contexto histórico como ciclista, que es lo que nos interesa y lo que hay probado hasta ahora de sus desmanes posteriores. No seré yo quien lo juzgue y menos condene. Gracias por su opinión, un saludo.
No Oscar, no quise controvertirlo ni conozco la historia de este señor. Solo quise aportar a un tema que siempre critico en todos los espacios y es las relaciones peligrosas que algunos deportistas llevan en su vida
Cierto Arturo, me parece incluso peor el caso de Aitor González ganador de Vuelta a España en 2002 y etapas en las tres grandes vueltas, que tras retirarse fue detenido por agredir a unos empleados de una inmobiliaria, luego por conducir borracho y bajo efectos de la cocaína, después por estafa inmobiliaria y lo ultimo que se ha sabido fue que intentó atracar una tienda de telefonía móvil en Alicante. La fama tiene una cara inmunda si no se sabe manejar. Puede echar a perder a cualquiera con antecedentes o no.
Triste desenlace, sin duda. Realmente tiene un palmarés que muchos envidiarían.