Julian Alaphilippe ya está en Colombia para su cita con la cábala

Por Oscar Trujillo Marín

Julian Alaphilippe compartió este viernes un Tweet en su cuenta personal: “Hola a todos! Aquí hay una pequeña actualización sobre mí. Me entristece haber dejado la Vuelta a San Juan. Ahora estoy en Colombia y me siento mejor cada día. Estoy de vuelta en la bicicleta con mis compañeros de equipo y espero volver”

Ignoramos si el destacado corredor francés es más o menos escéptico o supersticioso. Lo que sí es objetivo al mirar su palmarés, es que del 2013 al 2017 -5 temporadas- el pedalista galo obtuvo 10 victorias. Entre las que sobresalen una etapa en la vuelta a España 2017, una en País Vasco el mismo año y la general -más un parcial- del Tour de California 2016 como más destacables logros. Alegrías admirables, pero que palidecen comparadas con las que llegarían después.

Luego las inobjetables cifras dicen que en los dos últimos años (2018-2019) casi que dobló esa misma cantidad de triunfos. Con el colosal matiz de ser victorias de un prestigio muy superior: 4 clásicas World Tour, un Monumento (Milán-San remo), etapas en todo lo que corrió y muchos podios que lo han llevado directamente a lo más alto de la élite mundial.

Consolidándose como un caza etapas letal, en cualquier terreno y cualquier prueba. Le da igual: desde San Juan, Argentina, o Colombia -casi en pretemporada-; hasta en el Tour de Francia ¡y de a pares! Puede ser también un croner muy destacado y ganarle a los especialistas; un clasicómano temible –de los mejores ahora mismo- y para colmo, estuvo a punto de coronarse el año pasado en la ronda francesa (se llevó dos parciales) y pasó casi ¡15 días de líder! ante los vueltómanos top del planeta.

Solo cedió, oponiendo heroica resistencia, en la antepenúltima etapa. Con todo y que no es (¿o era?) su especialidad las grandes vueltas, aún así, logró terminar quinto en la general.

Julian personifica al ciclista total: versátil agresivo, valiente alegre. De los que brindan siempre espectáculo. Como si fuera poco, cae bien a cualquiera que ame el ciclismo. Es sencillo y no va con aspavientos de divo mediático o ínfulas de Rock Star. El 28 de enero pasado tuvo que abandonar la Vuelta a San Juan en la que participaba (y donde también suele brillar) aquejado de problemas estomacales. Su siguiente cita (a la que acude por tercera vez consecutiva) es el Tour Colombia que se corre en 10 días por territorios del altiplano cundi-boyacense.

El carismático corredor francés no ha perdido el tiempo. Ya plenamente recuperado, tres días después de su malestar, se encuentra entrenando en carreteras colombianas. Nación y prueba que viene corriendo desde 2018, aprovechando siempre para permanecer unas tres semanas entre los siete días de competencia y el resto de entrenamiento en altura. Donde ya se le considera casi que un ídolo local más, recibiendo gran cariño por parte de los aficionados.

Nosotros somos escépticos y seguro es casualidad, pero su presencia en el país cafetero y continente suramericano desde hace tres temporadas -sin falta- ha coincidido con su explosión como voraz ganador nato.

Una vez más, no sabemos si a Julian le van las cábalas o no. Da igual. Pero mientras siga mostrando tal poderío ante el resto durante gran parte de la temporada, quizás le convenga empezar siempre corriendo en Colombia. Por si acaso.

Oscar Trujillo Marín

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