La interrumpida progresión de Kenny Elissonde – Ciclismo Internacional

La interrumpida progresión de Kenny Elissonde

Por @pmpalermo

Vuelta Espana - Stage 20

Kenny Elissonde saltó a la fama durante la Vuelta a España 2013 con su victoria en el mítico Angliru, uno de los puertos más duros de Europa en el que sólo vencen grandes escaladores, cuyos nombres quedan grabados para siempre en la memoria de los amantes del ciclismo.

El galo, diminuto grimpeur (52kg) de la FDJ, nunca había obtenido grandes lauros ni regalado prestaciones extraordinarias como profesional, pero durante su paso por el amateurismo sí había mostrado excelentes condiciones para la escalada, motivo por el que todo indicaba que lo del Angliru era una confirmación.

Para entender mejor de quién hablamos, vale la pena hacer un breve repaso sobre el palmarés del joven francés de 23 años quién, por ejemplo, fue 7° en la Lieja Spoirs 2011 o ganador de la Ronde de l´Isard del mismo curso, relegando a George Bennett, Joe Dombrowski y Romain Bardet.

Otros resultados notorios fueron sus dos 2° puestos seguidos en jornadas montañosas (una de ellas una cronoescalada) en el Giro della Valle d´Aosta codeándose con el campeón Fabio Aru, hoy estrella en el Astana. Sin embargo, su demostración más extraordinaria pudo haber sido el 13° en la general de la Vuelta a Burgos como stagiaire de FDJ en medio de las figuras del World Tour como Purito Rodríguez o Samu Sánchez donde terminó de sacar su pasaje a la máxima categoría.

Su primera campaña como profesional fue tranquila, con pocos días de competencia y dos hechos reseñables: el 4° lugar en la Route du Sud que ganó Nairo Quintana y una diana en la jornada dura de París Corréze, donde formó parte de una escapada y cortó a sus compañeros de aventura en la última dificultad del día.

Así llegó a 2013, que comenzó de la mejor manera con un 13° puesto en el exigente Tour Down Under y, sobre todo, un promisorio 8° lugar en el Tour de Omán donde acabó 6° en Green Mountain por detrás de Purito, Froome, Evans, Contador y Nibali.

Meses después, fue 7° Tour de l´Ain con una excelente actuación en la etapa montañosa con llegada en Lélex Monts-Jura, evidenciando buenas piernas para la Vuelta a España de su consagración. En la gran ronda ibérica, el de FDJ se coló en la numerosa fuga camino del Angliru y atacó en el Alto del Cordal junto a Tiralongo, a quién luego su escuadra mandó parar, quedando sólo el galo que pese a todo aguantó y surgió de entre la niebla, llorando desconsoladamente mientras por detrás Horner y Nibali se jugaban la Vuelta.

Tamaña victoria, fue además un premio tras haber llegado último en la etapa 14, tramo marcado por condiciones climáticas extremas que propiciaron numerosos abandonos, muchos de alto nivel, que no soportaron el frío y la lluvia que azotó impiadosamente la ruta camino a la Collada de la Gallina. Elissonde arribó a la meta rozando la hipotermia, en el último lugar y a más de 36 minutos del ganador, Daniele Ratto, llegando incluso a figurar entre los abandonos ya que pedaleó, tiritando y en solitario, los 70 kilómetros finales.

Hasta allí, sin prisa pero sin pausa, este amante del arte dio muestras de crecimiento constantes, pero en 2014 la tendencia cambió y nuestro protagonista desapareció. Apenas regaló algunos destellos de su capacidad con un 7° lugar en Route du Sud y un 12° en la jornada inicial del Dauphiné que tuvo el famoso duelo Contador-Froome en Col du Béal. Diversos abandonos (la Vuelta a España entre ellos) completan esa desdichada campaña.

Es cierto que tuvo que trabajar en reiteradas oportunidades para Thibaut Pinot, pero nunca respondió cuando tuvo libertad, y su debacle contrastó notablemente con la explosión de sus compatriotas Arnaud Démare, Nacer Bouhanni, Romain Bardet, Warren Barguil, Bryan Coquard y el ya citado Pinot.

Entrenado por Julien Pinot (hermano de Thibaut), prefiere las trepadas cortas y empinadas y, ya sea por edad, antecedentes o características físicas, tiene motivos para soñar, al menos, con ser un caza etapas de prestigio, pero para eso deberá regresar al camino que lo llevó a conquistar el Angliru.

No se sabe a ciencia cierta por qué falló en 2014, quizás la presión pudo con él o algún problema de salud lo lastró, pero lo concreto es que su progresión se paró en seco y todavía no parece encauzada en un arranque de 2015 mediocre y desafortunado.

Tampoco se trata de un aspirante al Tour de Francia venido a menos, porque hay que reconocer que nunca estuvo codo a codo con los mejores escaladores del mundo y si ganó fue en escapadas, pero sí es un buen prospecto del que se esperaba más, fundamentalmente por sus lauros como amateur.

Los plazos comienzan a apretar a Elissonde, que se encuentra en el año final de su vínculo con Madiot. Las variantes son tres: o regresa por sus fueros y se convierte en el atleta con el que toda Francia sueña o se marcha de FDJ o se transforma en gregario de Pinot, que lo eclipsó completamente con su explosión.

Sería una pena que la trayectoria hasta hace poco ascendente del joven Kenny quede en la nada y, afortunadamente, aún es pronto para afirmarlo, pero los hechos marcan que algo no está bien y debe dar un golpe de timón urgente. Si así lo hace, entonces volveremos a ver al minúsculo pedalista en alguna cima, pujando por convertirse definitivamente en el escalador brillante que alguna vez demostró ser.

Pablo Martín Palermo

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