La UCI toma medidas económicas, entre las que se incluyen una reducción de sus salarios
Por Oscar Trujillo Marín
La UCI hizo oficial su entrada a la crisis económica, por la puerta grande. Reconoció en un comunicado que ha empezado a padecer serias dificultades financieras debido a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
Desde que se conocieron los primeros brotes en China, en enero, progresivamente fueron llegando solicitudes para posponer -en la medida de lo posible- o cancelar definitivamente carreras tuteladas por la organización en todo el mundo hasta completar a día de hoy ¡650! Y las que faltan si el obligado parón se alarga más allá del verano boreal, o se tiene que dar por perdido el año entero.
En solidaridad con las competencias canceladas, la máxima organización rectora del ciclismo ha decidido reembolsar la “tarifa de organización” (suelen ser tarifas onerosas) que es un canon variable dependiendo de la importancia y jerarquía de la prueba, que estas deben pagar para ser incluidas en el calendario oficial y que dicha carrera sea reconocida por la UCI como tal para todos los efectos. Por su puesto, esta tarifa y constante fuente de ingresos sirve para cuadrar sus presupuestos de funcionamiento administrativo y operativo durante todo el año.
Sin carreras, en principio, hasta el 1° de junio, el ente máximo del ciclismo mundial también ha tenido que anunciar severas medidas de austeridad. Los enormes ingresos que suele recibir por encargarse de la parcela de ciclismo en los Juegos Olímpicos -y que es parte muy importante de su recaudación para todo el cuatrienio-, ya no se verán hasta el 2021. El comité de la UCI, en comunicado público se ha visto obligado hoy a anunciar las siguientes medidas:
-Rebaja de salarios del personal con cargos más altos en Suiza y el exterior.
-Permiso total o parcial para los 130 miembros de la oficina central de la UCI en territorio helvético y en sus centros de ciclismo mundial. (Quien necesite licencias es el momento debido a la baja carga laboral)
-Parada vacante (si no hay apenas trabajo, para muchos habrá una especie de vacaciones forzadas)
-Reducción de proyectos para 2020 y años subsiguientes.
-Adaptación a la baja o supresión de todos los proyectos de solidaridad para las federaciones nacionales UCI en países sin cultura ciclística.
-Realización de reuniones virtuales para el comité de gestión, comisionados UCI y seminarios en procura de ahorrar tiquetes de avión, hoteles, viáticos etc.
-Replantear a la baja los compromisos con los proveedores de servicios para eventos consultores y otras partes facilitadoras, en procura de adaptarlos a la nueva realidad.
Por último, el presidente de la UCI David Lappartient hizo un llamado a la comprensión, la unidad y la solidaridad.
“Nuestra unión internacional atraviesa una crisis sin precedentes”, dijo Lappartient, en el comunicado de prensa. “La inactividad afecta a ciclistas de todas las categorías en todo el mundo, equipos, organizadores, socios y una gran mayoría de organizaciones que mantienen vivo nuestro deporte. La UCI no se libra de esto. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos en Tokio, los múltiples desplazamientos o cancelaciones de carreras en el calendario UCI y la incertidumbre sobre la segunda parte de la temporada tienen un gran impacto en el deporte y en particular en la UCI “, expresó el francés con evidente tono de preocupación.
“Es hora de que la familia ciclista se una y prepare nuestro deporte en unidad para recuperarse de esta crisis económica y de salud. Estas medidas son difíciles pero necesarias si queremos reconstruir el ciclismo después de que la pandemia ceda.
Cabe anotar que la máxima fuente de financiación con diferencia para la UCI aparte de los JJOO, es el Tour de Francia. Con lo cual, si llega agosto y sigue todo parado y de no haber recaudación con la ronda francesa (eso significaría, con toda seguridad que no se puede realizar el resto de la temporada) sería la propia UCI la que podría entrar en la Unidad de Cuidados Intensivos después de un año sin recaudación, que en los términos en que funciona se antoja desastroso.
Oscar Trujillo Marín
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