Opinión: Saber correr – Ciclismo Internacional

Por @amatiz12

Jumbo-Visma acude como el bloque más fuerte al Tour de Francia 2022 y seguramente con los únicos corredores que pueden hacer oposición real al imperio de Tadej Pogacar. Sin embargo, su verdadero desafío pasa por saber administrar esas herramientas de lujo de una manera distinta a la que están habituados en aras de cumplir con la consigna de destronar al joven eslavo.

En el registro reciente ha quedado claro que los neerlandeses corren cómodos con la táctica del tiránico tren de montaña para demoler a sus inferiores rivales y luego rematar con Primoz Roglic en los metros finales, sin contar que tienen en beneficio propio la contrarreloj individual, donde esas brechas se expanden aún más.

Y claro, comúnmente han rivalizado frente a gente más débil, sin los mismos atributos de su estrella que encima es usualmente el más fuerte y completo entre ellos. Entonces como parten con tanta ventaja, esa es la estrategia perfecta, porque eso de ponerse a arriesgar y buscar métodos alternativos no hace falta, les basta corriendo de la manera “fácil”. Así se estabiliza una dinámica de trabajo en la que están cómodos porque es su terreno y lo dominan mejor que nadie en la actualidad.

Sin embargo, si se ven obligados a emplear otras tácticas, ¿lo harían igual de bien? Es una enorme incógnita que a juicio de este servidor -y seguramente la gran mayoría de expertos y aficionados al ciclismo- se debe de resolver en este mes de julio. Confrontando a Pogi, estamos todos claros, no se le va a ganar a punta de trencitos, control autoritario y definiendo en los kilómetros finales de las subidas.

Para ejemplo de ello, el primer título de Tour del hoy en día mejor del mundo se evoca en parte por cómo Jumbo lo llevó en carroza para duelos directos con Roglic donde solían ser muy parejos. Claro, hoy suena sencillo decir que debían atacarlo, buscar otros caminos. Pero para ese pandémico 2020, Tadej volaba bajo en los radares y nadie tenía presupuestada su galáxica crono en La Planche. Por eso nunca se percibió la necesidad de apretarlo más.

Pero con el golpe de aquella ronda y ahora sabiendo quién es él, lo increíblemente parecido que es a Rogla en cuanto a virtudes y la igualdad mostrada en anteriores contiendas -aunque algo lejanas en el tiempo-, obliga a pensar que esa estrategia sólo servirá para servirle en bandeja de plata su tercer título al hombre del Emirates.

Nunca les ha tocado remar contra corriente, partir en desventaja frente a algún adversario y ese hecho de que deban mostrar solvencia en un campo desconocido para ellos, teje las dudas sobre si serán capaces de llevar esa tarea a cabo.

¿Qué deben hacer? Es aquí donde ingresa a la ecuación la variable de Jonas Vingegaard. Danés fuerte en montaña y crono, que fue el único que dejó en evidencia la única fisura del perfecto Tour de Pogacar en 2021 y quien incluso está ahora mismo andando más que su jefe de filas.


Análisis: Vingegaard, ¿muy fino antes de tiempo para el Tour?


Tener dos bazas con las piernas para hacer contrapeso a Tadeo es el mejor punto de partida para Jumbo. Esa fuerza hace que sean los dos más referenciados por el vigente campeón, por lo que él se verá obligado a marcar cada uno de sus movimientos. De esta manera, resultaría conveniente tratar de romper con un tándem de ataques entre Primoz y Jonas.

Se tiene la variante por demás de que las escasas ocasiones en que se ha visto el corredor reinante contra las cuerdas ha sido en puertos con más de 2000 metros de altitud y calor -que golpeará fuerte en esa edición- y particularmente, la etapa 11 acaba a 2413 metros en el Col de Granon, con un previo ascenso al mítico Col de Galibier (2642m). Puede ser ese un día indicado para vulnerarlo.

Otra forma sería arriesgando al más distanciado de los dos en una emboscada lejana que amenace con una significativa pérdida de tiempo para Pogacar. Es algo más osado, con mayores chances de perder y que, de hecho, no será puesto en la carretera hasta que haya transcurrido buena parte de la competición. Pero todo se basa en mantener vivas esas dos fichas lo máximo posible y emplearlos ofensivamente, sin tanta táctica de control, para ver si en esas se logra quebrar a su gran escollo.

No obstante, esto también suena fácil de decir y seguramente sea lo más apropiado para los intereses de la estructura holandesa, pero claramente no es garantía de que proporcione éxito. En un duelo a punta de piernas, Pogacar siempre gana o al menos, no pierde. No sabemos si ahora frente a dos aliados resulte igual, pero hay que intentarlo para salir de la duda.

Inclusive frente a ataques lejanos, ha demostrado saber responder, porque a diferencia del resto de capos, el de Klanec es de los que no especula, que sale a cualquier movida -si tiene la fuerza- sin importar la distancia o riesgos que implique. Y es común creer que lo mejor es anticiparse, pero cuando el rival compite con la misma idea, eso no acaba sirviendo de nada. De hecho, hasta el mismo Pogacar ha embarcado en esas acciones lejanas antes que sus oponentes y eso le ha rendido frutos, como por ejemplo, su épico ataque en la última edición a 35 km de meta con dos durísimos colosos por delante y una torrencial lluvia que maximizaba riesgos.

Dicha visión debe obligarnos a ampliar la perspectiva y no centrarnos únicamente en las maniobras a ejecutar en la montaña. Jumbo no puede cerrarse a buscar la carrera en parciales del género o cronometrados. El trazado de hecho plantea caminos alternativos para hacer daño y que serán más apetecidos que nunca, porque frente a un extraterrestre como Pogi hay que buscar hasta en las uñas la forma de encontrarle un punto flaco.

Para cuenta, son probables los abanicos en el segundo día, hay etapa de pavés y varias de trampa en media montaña, ¿por qué no buscar por ahí? Una de las fortalezas del ‘8’ del Jumbo es su versatilidad. Van Aert y Benoot son perfectos ayudantes tanto cuesta arriba como en el plano (y adoquines); Laporte y Van Van Hooydonck refuerzos para el terreno empedrado. Hay sirvientes como para romper la carrera en terrenos ajenos a la escalada.

Seguramente aíslen a su adversario, que tendrá ruedas de auxilio más flojas en los ámbitos acotados. Estar sin protección en los vientos cruzados puede resultar letal. De hecho, Pogacar perdió el mayor tiempo ahí en 2020. Puede ser una debilidad que aún perdure. En Flandes enseñó su pericia sobre las piedras, pero bien se sabe que ahí juega mucho el factor suerte, que pese a que no sea un fuerte de Roglic, nunca se sabe que pueda jugarle una mala pasada al otro esloveno con alguna caída o avería donde se puede capitalizar tiempo de oro. Lo mismo en media montaña, Tadej es igual de bueno, pero algún despiste o corte puede resultar valioso para los Jumbo.

Sería decepcionante si no aprovechasen todos esos factores enlistados y que se limiten a creer que corriendo como corren van a triunfar. No hay que descartar que eso suceda, porque al fin y al cabo es lo que siempre han hecho desde que son lo que son. Mismo criterio aplica si llegasen a implementar nuevos métodos -que es lo que se espera-, porque el no verse en dicha situación previamente puede llevarlos a errar o competir incómodamente, sin llegar si quiera a mostrar alguna jugada bien engendrada.

La cruz que cargan es enorme, porque son los únicos que tienen la llave para evitar que esto vuelva a ser un monólogo de Pogacar. Sin embargo, deben saber qué puerta abrir, porque si el cerrajero escoge ir por la misma entrada de siempre, apague y vamónos, no pasará nada. Y ojalá que no sea así.

Alejandro Matiz

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7 pensamientos sobre “Opinión: Saber correr

  1. No te comas mucho la cabeza, antes de la planche de belle files, alguno de esos 3 que son los favoritos se habrá ido para casa ya o habrá perdido demasiado tiempo en el viento o el pavés.

  2. Tiene la materia prima sin duda tienen el Tour en las manos, mi unica duda es el xq van Aert habla de la camisa verde, si el debe reservar cada gramo de energia en cuidar a sus lideres, luchar por la verde es sacrificar a laporte y van hooidok en algunos momentos de definion…pero de resto bien tren de montaña en algunas fases de carrera para mantener control y posterior ataque de Vindergar seguramente Tadeo en algun punto tendra que cerrar la brecha y Roglic a rueda para una de sus especialidad que es el Sprint, la etapas trampas tambien seran de agrado para Jumbo, tienen el motor para reventar la carrera en sitios estrechos…al menos yo lo veo asi…ya la salud jugara otro papel lamentablemente…

  3. Pues estamos de acuerdo, tanto para Jumbo cómo Ineos, toca ser valientes, y algunos de sus líderes se deberán sacrificar con ataques. Ya lo había escrito en otro artículo, eso de los trencitos con Pogacar no funcionará. Si no suceden enfermedades y caídas, toca aprovechar el clima para probar ataques (vientos y calor) y las piedras en la etapa del pave

  4. Roglic y Jumbo deberian intentar algo en los abanicos, Ineos tambien, tienen a Van Baarle, Castroviejo y Rowe, Pogacar si demuestra lo mismo que lo que mostro en el Tour de Flandes, algo que ya se les olvido a muchos , se come a los otros favoritos de un solo zarpazo, si, desde el quinto dia, y puede solo si quiere.
    Tienen que aprovechar las dos etapas en Dinamarca.

  5. La llegada del más reciente portento de Matxin hace que se acabe la expectativa sobre cualquier carrera, donde corra sencillamente va a ganar, que se exhiba para lucimiento personal y los demás que luchen por el segundo lugar, así será por los próximos años.

  6. No veo como le puedan ganar a un tipo que nunca esta cansado, lo que deben hacer es buscar urgente la fórmula antilactosa, por ahora que empiecen con la cámara hiperbárica

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