Sagan: “Soy un ciclista real, no virtual”
Por Oscar Trujillo Marín
Peter Sagan no se caracteriza por ser políticamente correcto, ni por pasar inadvertido jamás.
Al igual que la mayoría de ciclistas profesionales se encuentra confinado. En su caso, en un apartamento en Mónaco, donde los grandes atletas más cotizados del mundo intentan demostrar que residen por aquello del simple altruismo, cosa que, absoluto tiene nada que ver con una menor carga impositiva.
El eslovaco ha sido uno de los grandes ausentes de las iniciativas de Bkool, Zwift y demás aplicaciones de simulación tan de moda por estos días de obligado encierro en buena parte del mundo. No es de extrañar, siempre que tiene tiempo libre y vacaciones suele subir fotos a sus redes practicando deporte por placer, disfrutando del ciclismo de montaña, siempre en el campo siempre al aire libre.
En una sesión de preguntas y respuestas en su Instagram dejó algunas opiniones al respecto y otras de actualidad. ¿Qué estás haciendo ahora Peter?
“Durante estos días he estado en mi residencia en Mónaco en cuarentena, estoy bien. Me veo obligado a entrenar en los rodillos, extraño la sensación de la carretera y las competencias. Pero estoy sano, hay mucha gente el mundo ahora mismo que la está pasando peor”, expresó.
¿Vas a competir sobre rodillos con otros corredores? Le preguntó otro usuario, ante este creciente entusiasmo en aficionados y corredores por las “pruebas ciclísticas” online, desde casa. Ante lo que Sagan fue muy franco, sin perder su negro sentido del humor: “Soy un corredor real, no virtual… tal vez debería correr los rodillos sobre una moto” dijo con una sonrisa el tricampeón mundial.
Alguien más le indagó acerca del nuevo calendario UCI: “Junto con los grandes organizadores, están tratando de salvar y sacar adelante lo mejor de nuestro hermoso deporte. Lo hacen mucho mejor de lo que yo lo haría (risas). Solo puedo esperar hasta que podamos volver a competir con seguridad”.
Vale la pena recordar que la ilusión y objetivo de Sagan por debutar en el Giro de Italia, por encontrar retos nuevos y cambiar de aires se ha esfumado. Como tantas estrellas que tenían marcado Italia en su calendario, se vería obligado a modificar este año sobre la marcha las prioridades para al menos salvar la temporada de su patrocinador con el Tour, que es a donde todos los cracks apuntan.
Así lo confirma y ante la pregunta de si haría el Giro (teniendo en cuenta que solo habría entre la gran carrera francesa y la ronda transalpina una semana de “descanso” donde, para colmo, están programados los mundiales), Peter es muy realista: “El Tour de Francia es la única gran vuelta que puede garantizar que durará 3 semanas, las otras carreras de etapa no lo harán. Ya veremos, no lo sé”.
¿Qué Victorias tienes en tu altar personal? Le picó otro seguidor y Sagan le contestó: “Mis 3 títulos mundiales y las clásicas como el Tour de Flandes y París-Roubaix. Todavía echo de menos Milán-San Remo. Tal vez esa sea para este año”.
Desde el más humilde de los corredores de un equipo Pro Series o continental modesto, hasta los más consagrados y mediáticos ciclistas con sueldos millonarios intentan pensar que esto va a tener una salida este año en forma de las principales carreras, aunque corta y precaria, quieren pensar que es así. Es lógico, es su forma de ganarse la vida, es lo único que saben hacer. Cada uno defiende su parcela lo mejor que puede.
No sabemos si la situación mundial lo vaya a permitir, no se puede garantizar que de no correrse nada, muchos equipos no desaparezcan, y unos cuantos organizadores no se arruinen. Son tiempos complicados para los profetas, augures y adivinos.
Lo que si podemos garantizar es que de las pocas empresas que van a mostrar números muy positivos este nefasto año para la economía, van a ser los vendedores de aplicaciones y artilugios tecnológicos que sirvan para practicar “ciclismo” virtual. En tierra de ciegos el tuerto es el rey.
Oscar Trujillo Marín
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Pues yo soy un aficionado real, no virtual. A mi las aplicaciones de Zwift y las otras, como se llamen, no me atraen para nada. Espero no ser una especie en vía de extinción.
Ya suficiente tengo con las etapas de 60 km y los muros como para aguantarme la ausencia de paisajes, vientos cruzados, descensos vertiginosos, tierra y piedras reales entre otros. No creo que me pueda me adaptar a los muñecos de computador y corredores amateurs ganándole a los profesionales. Ruego para que el ciclismo real vuelva y las aplicaciones virtuales solo sean un mal recuerdo.